Los miembros de la Corporación Vitivinícola Argentina (Coviar) comandan las acciones con las que los privados piensan enfrentar la decisión del Gobierno nacional de cobrar un impuesto al vino.
La postura de los bodegueros fue expresada en una reunión de urgencia que convocaron para tomar una postura definitiva e inamovible. Decidieron que no van a ceder en cuanto a exigir tasa cero y que no aceptarán ningún porcentaje impositivo.
Propusieron, previo aviso al gobernador de Mendoza, ir a gestionar directamente a la Nación, con el presidente Mauricio Macri. La idea de nombres de peso dentro de la COVIAR, como Eduardo Sancho, Walter Bressia e Hilda Whilhelm, es trasladarse a Buenos Aires y accionar desde allí. La estrategia es pedir audiencias desde el lunes: a los legisladores nacionales y al jefe de gabinete de ministros, Marcos Peña, y no se detendrán hasta llegar al mismo Presidente de la Nación.
Los principales representantes de las entidades de productores vitivinícolas aseveraron que no darán marcha atrás, porque no aceptarán que el vino sea clasificado como bebida no saludable, comparándola con algunas gaseosas y cervezas. Al mismo tiempo, harán valer los fundamentos de la ley 26.870, que declara al vino bebida nacional.
Fuente: UNO Mendoza