El femicidio de Micaela García, la joven entrerriana de 21 años que en abril pasado fue asesinada por el violador Sebastián Wagner, provocó un fuerte debate en el mundo judicial, respecto a la actuación del juez de Ejecución de Penas de Gualeguaychú, Carlos Rossi, quien rompió el silencio y se defendió, en medio de acusaciones y pedidos de juicio político.
Mientras carga con ocho pedidos de juicio político en Entre Ríos, y luego de haberse tomado una licencia, el magistrado rompió el silencio y, llamativamente, aseguró que no se puede “hacer cargo por lo que puede hacer o dejar de hacer una persona que avanza en el régimen de Ejecución de Penas”.
“Es muy feo y terrible lo que pasó, deberán saber todos que actué ajustado a Derecho, cumpliendo con la Ley”, señaló el magistrado.
Tres meses después del crimen del que habló todo el país, el magistrado indicó que se solidariza con la familia de Micaela, y no descartó conversar con los padres de la joven asesinada “si se dan las circunstancias y con el paso del tiempo”.