Es difícil pensar que una situación definitiva cuando aún resta más de medio campeonato, pero Barcelona dio un paso gigante al derrotar 3 a 0 a Real Madrid en el Santiago Bernabéu en un partido correspondiente a la 18ª fecha de la Liga de España. Los goles de Luis Suárez, Lionel Messi -de penal- y Aleix Vidal dejaron al conjunto catalán en la cima de la tabla con 9 puntos de ventaja sobre su escolta, Atlético de Madrid, y 14 de luz sobre su vencido, que tiene un partido pendiente.
El local llegaba entonado a este duelo luego de haber conquistado su segundo Mundial de Clubes consecutivo y el tercero en los últimos cuatro años tras derrotar a Gremio en Abu Dhabi. Esa coronación mereció la exhibición del trofeo antes del pitazo inicial.
El elenco dirigido por Zinedine Zidane, que arrancó el partido a 11 puntos de su rival, se mostró más ambicioso desde el inicio y tuvo la primera ocasión cuando apenas habían corrido 110 segundos: un cabezazo de Cristiano Ronaldo terminó en la red tras un córner desde la derecha y un primer golpe de cabeza de Raphaël Varane, pero el árbitro José María Sánchez Martínez lo anuló correctamente por posición adelantada.
Antes de los 10 minutos el Merengue volvió a avisar con una buena maniobra por la izquierda y un centro de Toni Kroos que dejó a Cristiano Ronaldo en el punto del penal y de frente al arco, pero el portugués dibujó una pifia impropia de un futbolista de sus kilates. La jugada terminó con un duro planchazo de Dani Carvajal sobre Andrés Iniesta, que había retrocedido para enviar el balón al córner.
Mientras su rival buscaba sin pausa la apertura del marcador, Barcelona se refugiaba, aunque su defensa no daba gran seguridad, y cedía la iniciativa. Así, Lionel Messi casi no entraba en contacto con el balón y Luis Suárez se dedicaba más a discutir que a jugar.
Pese a ello, la calidad individual de los jugadores de la visita dejaban abierta la posibilidad de un golpe de efecto en cualquier momento. Llegó a los 30 minutos, cuando Messi despachó un pase quirúrgico al área, el brasileño Paulinho se filtró y sacó un bombazo que obligó al costarricense Keylor Navas a estirarse al máximo para enviar el remate al córner.
Con Barcelona a pleno, no extrañó que llegara el primer tanto. Fue a los 9 minutos y con una maniobra marca registrada: Sergio Busquets clarificó en la salida, Ivan Rakitic levantó vuelo desde su campo, Sergi Roberto asistió en el momento justo y Luis Suárez, que casi no había tenido participación en el juego, la cruzó al gol.
El tanto dejó groggy a Real Madrid, que no pudo asimilar el impacto. A los 12 minutos la visita pudo ampliar la ventaja con un contragolpe encabezado por Messi que Suárez definió mal.
Zidane pensaba cómo reorganizar su equipo y pensaba a quién echar mano en el banco cuando a los suyos les cayó el segundo mazazo. A los 17 minutos y con la defensa blanca tambaleante, el Barsa se hizo un picnic: primero no pudo Suárez en un mano a mano con Suárez; en el rebote el uruguayo se encontró con el poste y una tercera chance Dani Carvajal debió sacar con la mano un cabezazo de Paulinho con destino de red.
El árbitro Sánchez Martínez expulsó al zaguero del Madrid y sancionó penal. De la ejecución se hizo cargo Messi, que con un zurdazo alto estableció el 2 a 0 y selló su 15° gol en esta temporada de la Liga y su 54° en 2017.
Ya en tiempo agregado, Messi construyó una gran jugada por la derecha, dejando plantado a Marcelo y cediendo atrás para que Aleix Vidal, quien había ingresado un par de minutos antes, transformara la victoria en goleada.
Fuente: Clarín