La secretaria de los Derechos de la Niñez, Adolescencia y Familia de la provincia, Patricia Chialvo, se refirió esta mañana por LT9 a la importante cantidad de bebes que fueron separados de sus madres y padres para preservar su integridad física.
En total fueron 11 en menos de 20 días. Algunos de ellos porque tenían cocaína en sangre, lo que reflejó que sus madres consumían droga mientras amamantaban. Otro de los casos es por una agresión física y el resto por decisión de las mujeres de darlos en adopción por no querer maternar.
Si bien Chialvo consideró que la situación es “inédita”, admitió que no los asusta pero si que los interpela. “Nos preguntamos qué está pasando que no podemos prevenir estas situaciones. Nos interpela por la cantidad de situaciones en pocos días. El año pasado tuvimos casos, pero muy esporádicos”, sostuvo la funcionaria.
En el caso de los niños con cocaína en sangre, la funcionaria explicó que “quedan en la asistencia pública para que sean desintoxicados. Luego se trabaja en dónde ubicar a estos bebes. A veces hay abuelos que se hacen responsables. Pero sino ocurre esto, se buscan familias solidarias, que en estos casos no alcanzó”.
En tanto, en el caso de los bebes de mujeres que los dan en adopción, Chialvo apreció que “son chicas que no han podido acceder a una interrupción legal del embarazo. Muchos por cuestiones de abuso o porque están redes de trata. Llegan al punto del parto y manifiestan que no quieren maternar”.
“En estos casos, son chicas mayores de edad. Pero cuando son menores, tenemos otro esquema. Porque cuando hay una chica menor de edad embarazada, siempre hay sospecha de abuso. Y ya es causal para un aborto legal”, concluyó la funcionaria.
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