Sigue la polémica por el aumento de la tasa del DREI que el Casino deberá pagara desde este año a partir de la sanción de la Ordenanza Anual Tributaria por parte del Concejo.

La compañía que explota los juegos de azar en Santa Fe cuestionó la decisión de los concejales y ratificó la posibilidad de despedir empleados y achicar las inversiones previstas para este año.  “Nos cambiaron las reglas de juego” se quejaron desde la empresa.

En tanto, los concejales del Frente Progresista emitieron un comunicado criticando la “presión” que ejerce el Casino con los despidos. 

Los ediles Leandro González, Marcelo Ponce, y Sergio Basile firmaron el escrito, que a continuación transcribimos en forma completa:

A partir de la modificación de la Ordenanza Tributaria Municipal de la ciudad de Santa Fe, en la que se incluyó un incremento del DReI (Derecho de Registro e Inspección) aplicable a casinos y bingos, los empresarios vinculados a dicha actividad han generado acciones y estrategias de presión para que dicho aumento no se produzca. Por ejemplo, plantearon la posibilidad de despedir a gran cantidad de trabajadores y la reducción de inversiones que habían puesto en marcha en nuestra ciudad.

Los concejales del Frente Progresista consideramos estas situaciones de crisis como una oportunidad para cambiar aquellas cosas relacionadas a las actividades ejercidas por estos grupos empresarios que, a nuestro entender, no funcionan adecuadamente en nuestra ciudad.

Teniendo en cuenta que nos referimos a una actividad de singulares características, que en la actualidad se desarrolla con total libertad en relación a los horarios de funcionamiento, en un sector estratégico de la ciudad -a pasos del centro comercial y administrativo- y en un contexto donde se presentan muchas condiciones para que se promueva el juego en forma indiscriminada.

La actividad vinculada al juego no constituye el factor central del incremento o desarrollo turístico de la ciudad, ni incide de modo neurálgico o trascendental en la productividad de Santa Fe. Sin embargo, estas actividades relacionadas al entretenimiento deben ser analizadas, proyectadas, reguladas y llevadas cabo en el marco de verdaderas políticas de desarrollo turístico, económico y productivo y de coordinación entre el sector privado y el Estado.

Más allá de las discusiones coyunturales sobre el margen de ganancias de las empresas relacionadas al juego y en cuanto al ejercicio de la potestad de regulación, control y recaudación por parte del Estado municipal, entendemos que tales cuestiones no deben discutirse o pensarse sin mirar a las personas involucradas, al vecino de la ciudad y aún a aquellos visitantes ocasionales. Se deben generar mejores condiciones en las que se optimice la oferta de esparcimiento, pero sin descuidar aquellos aspectos vinculados a la salud de la población y al impacto social de tales actividades, que se presentan como situaciones de ineludible consideración al momento de analizar la dinámica de los juegos de azar y su impacto en una comunidad determinada.

Es así que venimos planteando hace tiempo la necesidad de generar acuerdos, que se enmarquen en políticas públicas con el Estado como articulador de los distintos intereses, para regular la actividad de modo razonable y, de tal forma, promover emprendimientos relacionados al esparcimiento y entretenimiento en el ámbito de la ciudad, pero en un marco de fomento del juego responsable, de prevención de la ludopatía y de debida atención -como ya fue subrayado- del impacto social de tales actividades.

Recordamos que ya en el año 2013, el entonces Presidente del Concejo Municipal y  ex Concejal, Leonardo Simoniello, presentó una iniciativa legislativa en la cual proponía la generación de una instancia de estudio, análisis y evaluación conjunta entre el Departamento Ejecutivo Municipal y el Gobierno Provincial vinculada a la actividad de Casinos y Bingos en la ciudad y a la normativa vigente respecto de dicha actividad.

En este sentido, resaltamos que no queremos ni un despido en la ciudad. No queremos que ninguna familia se sienta amenazada con perder su fuente de ingresos. Pero tampoco, queremos un casino abierto las 24 horas del día, con cajeros automáticos en la puerta, con extracciones con debito para el juego. Es decir, no queremos que se desarrolle una actividad en un modo que no es conveniente para el desarrollo de la ciudad, ni -fundamentalmente- de sus vecinos.

Estamos convencidos que se han generado, a partir de ciertas reglas, circunstancias que muy probablemente no fueron las queridas ni previstas en la Ordenanza que aprobó la instalación de establecimientos de juego en Santa Fe.

Por todo lo que venimos sosteniendo, creemos que esta es una oportunidad para lograr objetivos que en su momento planteamos, sentándonos a dialogar en orden a promover el desarrollo de la actividad en forma responsable y resguardando los intereses de la ciudad y sus vecinos.

El debate no debe ceñirse a si el Casino obtiene más o menos ganancias o si el Estado municipal recauda más o menos. Las circunstancias planteadas deben ser de utilidad para analizar el impacto de la actividad en la ciudad y mirar aquellos aspectos que a nuestro criterio se presentan como de mucho mayor importancia.

Esta es una oportunidad para que el Casino demuestre su interés en sentarse en una mesa de diálogo para comenzar a rediscutir los puntos mencionados, entendiendo que sería un buen comienzo limitar el horario de acceso del público y garantizar la continuidad de todos los trabajadores que desarrollan tareas en dicho establecimiento, para luego continuar con otras cuestiones también relevantes.