Paul Romer, economista jefe del Banco Mundial, admitió que que su entidad manipuló los datos de crecimiento de la economía chilena al mostrar los indicadores de crecimiento económico de la economía chilena durante el segundo mandato de la ex presidente Michelle Bachelet más bajos de lo que realmente eran.
Romer amitió en declariaciones a "The Wall Street Journal" que las diferencias entre los indicadores publicados y los datos efectivos tuvieron una clara intención política y que los están corrigiendo.
Augusto López-Claros director a cargo de un informe de competitividad del Banco Mundial es el responsable del escándalo.
El "Doing Business" es uno de los informes más importantes y reconocidos del Banco Mundial, que clasifica a los países de todo el mundo por la competitividad de su entorno empresarial.
Pese a los cuestionamientos de Romer, López-Claros defendió el estudio al justificar que los indicadores del "Doing Business" han estado sujetos a cambios sustanciales en los últimos años que fueron consultados dentro y fuera del Banco Mundial.
"Todo el proceso se llevó a cabo en un contexto de transparencia y apertura", dijo López-Claros a El Mercurio.
Agregó que los cambios de posición de los países se producen porque unos aplican reformas más rápido que otros. En el caso de Chile, también explicó que la nación perdió varios lugares por la introducción de una dimensión de género.
"La legislación chilena tiene una serie de características que incorporan varias restricciones contra las mujeres", dijo López-Claros, quien descartó además un sesgo político en la caída registrada por Chile.
Ayer, el Gobierno chileno calificó de "inmoral" y "preocupante" lo ocurrido. La presidenta Michelle Bachelet quien finaliza su mandato en marzo, solicitó una completa investigación al Banco Mundial sobre lo ocurrido.
Fuente: diario La Nación