Mariano es uno de los tantos argentinos y argentinas que pudo ver a Coldplay en el país, show que es furor desde que la banda británica sacó a la venta las primeras entradas por la enorme demanda de los fanáticos, que lograron que se sumen 10 fechas para unas 60.000 personas por noche, en River Plate.
Pero en el caso particular de Mariano la experiencia es aún más especial porque es hipoacúsico de nacimiento y ahora, a sus 44 años, pudo disfrutar de la gala de los británicos con un novedoso chaleco que le permite percibir vibraciones transmitidas por la música en vivo.
En diálogo con LT9, el hombre contó su experiencia: "Tengo hipoacusia bilateral profunda. Pero para hacerlo más corto digo que soy sordo. Mi manera de oír es a través de implantes. Duermo sordo, y a la mañana temprano me conecto los implantes y vuelvo a oír. Voy y vengo entre el mundo oyente y el mundo sordo".
"Vivo en la ciudad de Buenos Aires y había ido años anteriores a recitales, pero con dificultades. Nunca había vivido una experiencia como la de Coldplay, de una inclusión tal que uno se queda muy asombrado", relató con emoción en una nota con Adrián Brodsky, Leonardo Botta y Celina Pérez.
Sobre los chalecos vibradores, describió que "son especiales, con una vibración que sube y baja dependiendo de la intensidad de la música. No es constante, sino que tiene distintos niveles. También hubo un grupo de intérpretes del lenguaje de señas. Sumado al show de luces, la inmersión que tiene el espectáculo, más el chaleco, más la lengua de señas, era imposible no emocionarte ante tanta cosa".
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