El reclamo por mayor seguridad es un hecho transversal que atraviesa los distintos barrios de la ciudad, y ahora se volvió a trasladar a la Recoleta santafesina.
La protesta la llevaron a cabo vecinos y comerciantes de esa zona de la capital provincial luego del ataque a la dueña del kiosco ubicado en la esquina de Obispo Gelabert y Rivadavia por parte de un hombre que le propinó un martillazo y se dio a la fuga.
"Esto no da para más, rompen nuestros negocios. No tenemos formas para evitar los robos. No alcanzan las reglas. Apelamos a las autoridades que corresponden para mayor iluminación en esta cuadra y un domo de seguridad", sostuvo una de las comerciantes en el móvil de LT9.
Y aseveró: "No hay una sola cámara del Municipio, no vemos vigilancia, no hay patrullaje. Esto es tierra de nadie".