Más de cuarenta personas murieron y 124 resultaron heridas en Bolivia durante los cuatro días del feriado de carnaval, del sábado al martes, anunció el ministro de Gobierno, Carlos Romero.
El carnaval boliviano suele caracterizarse por ser el más trágico del mundo: en 2016 murieron 52 personas durante los festejos, y en 2017 la cifra de fallecidos ascendió a 52. De los 42 fallecidos, 16 corresponden a accidentes de tránsito. Entre las otras 24 víctimas figuran ocho muertos por una explosión de una garrafa de gas natural el sábado, durante la realización de la mayor expresión religiosa y folclórica del país en Oruro, 230 kilómetros al sudoeste de La Paz y que este año congregó a 413.000 espectadores, entre turistas nacionales y extranjeros.
Otras dos personas fallecieron por la explosión de este martes y todavía no se confirmó la cifra de heridos. Ocurrió en el mismo sector donde el sábado pasado murieron ocho personas por la misma causa.
“Hubo dos explosiones. La primera fue fuerte porque destrozó vidrios de varias casas. La segunda se produjo a minutos de la primera. Todo esto ocurrió alrededor de las siete de la noche”, relató un vecino de la zona a la prensa boliviana sobre estas nuevas explosiones.
El gobierno de Evo Morales también informó que hubo 124 heridos, de los cuales 51 corresponden a la explosión en Oruro y 73 producto de accidentes de tránsito. Muchos de los heridos en la explosión podrían perder la visión por daños irreversibles en sus ojos.