Este viernes por la noche, en su discurso de apertura de las sesiones ordinarias en el Congreso de la Nación, el presidente Javier Milei adelantó una batería de diez medidas a la que denominó Pacto del 25 de Mayo entre las que destacó una modificación del sistema previsional, uno de los aspectos fuertemente criticados.
El mandatario nacional calificó el paquete de medidas presentado, como “un nuevo pacto fundacional para la República Argentina", y apuntó contra las jubilaciones: "La Argentina tiene un sistema previsional quebrado, que cuenta cada día con menos ingresos en proporción a sus gastos", señaló.
Asimismo, Milei sostuvo que en los últimos diez años se "incorporó a casi 4 millones de beneficiarios sin aportes, a través de moratorias que son una afrenta moral para todos aquellos que durante toda su vida cumplieron con su responsabilidad".
En consecuencia, el Presidente aseguró que promoverá "una reforma previsional que le de sustentabilidad al sistema, respete a los que aportaron y permita a quienes prefieran suscribirse a un sistema privado de jubilación", declaraciones que reafirmaron su intención de avanzar hacia un sistema privado de jubilaciones, como en el gobierno de Carlos Menem.
Incluso, durante su participación en el tercer debate presidencial previo al balotaje del 19 de noviembre, el libertario había señalado: "En la época de la convertibilidad, cuando las AFJP funcionaban sin tanta intromisión del Estado, los salarios eran el equivalente de mil ochocientos dólares".
Las AFJP en la Argentina
Las Administradoras de Fondos de Jubilaciones y Pensiones comenzaron a funcionar en el año 1993, de la mano de la Ley N° 24.241 durante el gobierno de Carlos Menem y con Domingo Cavallo al frente del Ministerio de Economía.
Dentro de estas empresas, cada persona acumula sus ahorros previsionales en cuentas individuales que pueden ser gestionadas por administradoras privadas, quienes toman una parte de los ingresos con la promesa de invertirlos y generar intereses que después se les acreditaría -comisión mediante-, a las y los trabajadores aportantes en el momento de su retiro, quienes cobran el pago original de la jubilación más las ganancias resultante de dichas operaciones externas.
A nivel nacional, como parte de la estructura que se aplicó en los 90', cada persona contaba con una prestación básica, abonada por la Administración Nacional de la Seguridad Social (ANSES), y el resto de los haberes se cobraban como una especie de "seguro de retiro", en función de lo que se había ahorrado y, en paralelo, generado vía capitalización con las AFJP.