Este jueves 9 de mayo hubo una masiva adhesión al paro en los hospitales y centros de salud en todo el país.
Desde la Federación Sindical de Profesionales de la Salud indicaron que los 1600 hospitales y 6 mil unidades sanitarias amanecieron hoy con los pasillos vacíos.
Solo se cubre la atención de emergencias e internados, respondiendo a la convocatoria de Fesprosa y otros gremios que nuclean a los trabajadores de la salud pública.
María Fernanda Boriotti, presidenta (Fesprosa), declaró que “esta es la respuesta del medio millón de trabajadores de la salud a la política del gobierno de eliminar derechos como la estabilidad, el salario digno, las asambleas en el lugar de trabajo o la huelga. Esta es una respuesta a la falta de insumos, al recorte de las prestaciones para los pacientes con necesidades especiales como los de la Dadse, que hoy están reclamando por su vida, amenazada por la falta de entrega de la medicación indispensable.
Boriotti agregó que esta medida también “es la respuesta al recorte de los programas, entre ellos el de prevención del embarazo adolescente y, en general, a la política de precarización que lleva adelante el gobierno nacional”.
Un ejemplo de las políticas que menciona la presidenta de Fesprosa son los descuentos masivos de salarios a los 5 mil trabajadores del Hospital Posadas, a quienes además se los amenaza con incluirlos en las futuras listas de despedidos del Estado Nacional.
Boriotti concluyó que “los trabajadores de la salud nucleados en Fesprosa nos sentimos hoy parte de una jornada de resistencia de toda la clase trabajadora contra políticas que la hunden en la miseria y en la dependencia. Pondremos todo nuestro esfuerzo para que este paro no sea un hecho aislado. Como parte de ello, estaremos el 23 de mayo nuevamente en las calles, en la jornada nacional de lucha convocada por el Frente de Gremios Estatales, para visibilizar la situación dramática de la salud pública”.