La Selección de Brasil es sinónimo de jogo bonito. Cada vez que pueden, recuerdan que son pentacampeones del mundo y que tienen innumerables figuras en la historia grande del fútbol. Sin embargo, las páginas doradas del pasado no han podido evitar que, en estos últimos años, la Verdeamarela entrase en una racha negativa que muchos asocian a un polémico suceso en el Mundial de Qatar 2022: el "maltrato" a un gato, sagrado para la cultura islámica, que habría dado inicio a una maldición que aún los acecha.

Anoche, Brasil consumó un fracaso más: lejos de mostrar el nivel al que nos tenía acostumbrados, el conjunto dirigido por Dorival Júnior quedó eliminado por penales ante Uruguay en cuartos de final de la Copa América. Este suceso resalta la debacle en la que está inmersa la Canarinha desde hace unos años y que los supersticiosos ponen como punto de inicio la previa a los cuartos de final del Mundial de Qatar 2022.

Unos días antes de la eliminación en cuartos ante Croacia por penales, Vinícius estaba dando una conferencia cuando el jefe de prensa de Brasil, Vinicius Rodrigues, vio que un gato estaba acostado en el escritorio. ¿Qué hizo? Lo tomó bruscamente del lomo y lo tiró al suelo por un costado. La reacción de los presentes fue de total sorpresa, sumada a las risas nerviosas del futbolista de la Canarinha.

Claro, en la religión islámica el gato es un animal sagrado ya que se dice que era el preferido del Profeta Mahoma. Así, los gatos tienen una posición privilegiada y las calles de Doha están repletas de esos animales. Cualquier maltrato hacia ellos es considerado merecedor de castigo divino por ser un pecado.

Quizá por este motivo o por las críticas recibidas en redes sociales, en Brasil tomaron la decisión de adoptar al pequeño gato, en una movida para revertir la mala prensa que generó el hecho. La decisión fue tomada por el plantel y parecía ser un intento de evitar algún tipo de "maldición". Sin embargo, como si casi no creyeran en la mufa, los jugadores tomaron otra decisión polémica: nombraron al gato "Hexa", en alusión al hexacampeonato que se habían planteado como objetivo.

Pocos días más tarde, el sueño fue truncado primero por un agónico gol de Bruno Petkovic que forzó los penales y luego una definición donde Dominik Livakovic atajó el disparo de Rodrygo y Marquinhos estrelló su intento en el poste. La ilusión de la sexta corona había sido sepultada -al menos por cuatro años- pero el mal momento del Scratch no se quedó en Qatar sino que se extendió.

La mala racha que transita Brasil desde el incidente con el gato

Luego del "incidente felino", Brasil jugó 17 encuentros contando el partido ante Croacia, las Eliminatorias Sudamericanas, amistosos y la presente Copa América. El acumulado no favorece al Scratch, acostumbrado a tener números mucho mejores: seis triunfos, siete empates (dos que culminaron en eliminaciones por penales) y cinco caídas. 

Tras el Mundial, jugó tres amistosos: perdió ante Marruecos, le ganó a Guinea y volvió a caer ante Senegal. Luego, por Eliminatorias, se recuperó ante Bolivia y Perú, pero igualó como local ante Venezuela, la segunda vez en la historia que eso sucede. Seguido de eso, acumuló tres derrotas en fila: ante Uruguay (que se lesionó Neymar de gravedad y aún no volvió a jugar), Colombia y Argentina, la cual le sacó el invicto histórico como local por las Eliminatorias.

Las dos giras de amistosos previas a la Copa América 2024 parecían indicar que la cosa estaba mejorando: triunfos ante Inglaterra y México y empates ante España y Estados Unidos. Sin embargo, en el certamen continental no pudieron clasificar primeros de su grupo por no haber podido pasar del empate ante Costa Rica y, en cuartos, fueron eliminados por penales ante Uruguay, siendo que los últimos 15 minutos los jugaron con un hombre más.

Tal vez en uno de sus peores momentos en este siglo, Brasil deberá intentar reencausar su camino en la próxima fecha FIFA, cuando reciba en septiembre a Ecuador y visite a Paraguay por Eliminatorias, certamen en el que está sexto. ¿Cuándo se cortará la "maldición"?