En medio de un presente inestable, por las pobres producciones ante Huracán y Gimnasia en el ámbito doméstico, Racing llegó a Viña del Mar con la esperanza de enderezar el rumbo en la Copa Sudamericana, el máximo objetivo del año. El primer encuentro de los octavos de final del certamen continental encontró a Huachipato, un rival que llegó a dicha instancia tras eliminar al Racing de Montevideo en el repechaje, dado que el combinado chileno llegó a la cita internacional tras haber finalizado tercero en su zona de la Copa Libertadores.
Como el combinado de Igor Oca tuvo que trasladar su localía 600 kilómetros, porque la Conmebol no habilitó su modesto estadio de Talcahuano debido a la capacidad, la Academia tuvo más hinchas en las tribunas que el dueño de casa. Algunos viajaron a dedo desde Buenos Aires para no perderse el compromiso más importante desde que se reanudó la actividad, tras la Copa América.
El espectáculo comenzó parejo, pero la sociedad uruguaya compuesta por Gonzalo Montes y Thiago Vecino generó la ocasión más clara para abrir el marcador. Una pared prestigiosa que desarticuló a la última línea albiceleste dejó al volante mano a mano con Gabriel Arias, pero el remate se fue ancho. Un llamado de atención para el equipo de Gustavo Costas, que hasta ese momento apostaba por la conducción de Baltasar Rodríguez, junto con el sacrificio ofensivo de Maxi Salas y Adrián Martínez.
La respuesta de Avellaneda llegó mediante la pelota parada. Un tiro de esquina elaborado en la semana habilitó a Agustín Almendra a sorprender a la defensa chilena. Si bien el ex Boca tardó un tiempo en rematar debido al pésimo estado del campo de juego, una serie de rebotes facilitó el trabajo de Gabriel Rojas, quien sacó un disparo rasante que concluyó en los guantes de Fabián Cerda.
Sobre los 20 minutos, Johan Carbonero interpretó la escena más atractiva de la tarde. El colombiano recuperó y encaró hacia el arco ajeno hasta habilitar a Maravilla, quien hizo temblar el travesaño con un violento remate que paralizó los corazones andino. En el rebote, Maxi Salas buscó desde afuera del área, pero la heroica aparición de Claudio Sepúlveda evitó el tanto de la visita. Finalmente, la jugada terminó con otro intento de Facundo Mura que se desvió en un defensor hasta que la pelota se fue al córner. Y a la escena siguiente, Baltasar Rodríguez buscó el gol olímpico que hizo lucir a Cerda con otra maniobra soberbia para evitar el grito de Racing.
A la media hora llegó la alegría para Costas. Fue después de una incursión ofensiva del volante surgido de Monte Hermoso, quien después de reclamar una infracción que Roberto Bruno Pérez Gutiérrez, Adrián Martínez se juntó con Rojas y Carbonero, para que el ex Gimnasia habilite al goleador con pasado en Instituto. Maravilla volvió al gol y le daba a la Academia la victoria parcial del otro lado de la Cordillera de los Andes.
En el complemento, el ingreso de Juanfer Quintero por Carbonero le dio mayor dominio de juego al conjunto de Costas. Y las proyecciones de Rojas por la banda izquierda continuaban lastimando a Huachipato. Los desesperados despejes de Benjamín Gazzolo que rebotaron contra el palo pudieron derivar en la segunda conquista de la Academia; y la buena pegada de Almendra, con una exquisita muestra que rebotó contra el caño horizontal fue otro argumento que confirmó la superioridad de Racing.
Sobre el final, la intervención del VAR fue determinante para que el árbitro revise una polémica escena en la que Cerda derribó dentro del área a Maravilla Martínez y provocó un penal tan grande como el estadio. A diferencia de lo que sucedió el sábado en Avellaneda, esta vez Juanfer Quintero se hizo cargo de la ejecución y selló el 2 a 0 definitivo. Los de Avellaneda sacaron una ventaja importante de cara a la revancha que se disputará el próximo martes en el Cilindro. Y los hinchas mantienen el sueño intacto.