Unión venía de dos victorias consecutivas y llegaba al partido con independiente con el ánimo por las nubes. Pero el recambio que realizó el Kily González buscando dosificar las energías debido a la seguidilla de partidos, lo complicó y mucho.
El Rojiblanco jugó un pésimo partido,fue goleado por un rival que llegaba cuestionado, pero además no tuvo actitud en ningún momento. No peleó y se entregó rápidamente.
Hasta allí poco había pasado frente a los arcos, aunque la iniciativa era del Rojo. Los cuatro cambios que metió el Kily González indudablemente que repercutieron en el rendimiento del equipo.
Y es que a Unión le faltó intensidad y movilidad para complicar a su rival, que jugó todo el primer tiempo con mucha comodidad y dominando a voluntad.
El gol del Rojo llegó a los 21' y fue un golazo por la concepción de la jugada, por el centro de Santiago Montiel y el frentazo letal de Ávalos para vencer a Thiago Cardozo.
Unión no se fue a los vestuarios perdiendo por más goles, por responsabilidad de Cardozo, quien de manera magistral desvió un cabezazo de Felipe Loyola.
El Tate solo tuvo una aproximación que fue a los 40' con un buen pase de Nicolás Orsini quien se tiró a un costado para habilitar a Mauro Pittón, pero el remate del volante se fue por encima del travesaño.
Fue lo único que Unión generó en ataque. Y encima en el final de la primera etapa, Nicolás Paz, de paupérrimo partido, se hizo expulsar de manera inexplicable.
El defensor estaba amonestado y fue al piso metiéndole un planchazo a Santiago Hidalgo. El árbitro le mostró la segunda amarilla y la tarjeta roja, aunque pudo expulsarlo de forma directa por la infracción cometida.
Nada para rescatar de Unión en la primera etapa, ya que nunca estuvo en partido y lejos de competir. Frente a un rival que llegaba cuestionado, pero que jugó con soltura y mostrándose muy superior.
El Kily cambió, pero Unión terminó siendo goleado
Para jugar el segundo tiempo, el Kily metió tres cambios. Adentro Francisco Gerometta, Simón Rivero y Adrián Balboa, para las salidas de Lautaro Vargas, Mauro Pittón y Lucas Gamba.
Pero nada cambió, Unión nunca estuvo en partido y mucho más lejos de llegar al empate. De hecho, Cardozo fue sosteniendo con vida al equipo, hasta que llegó el segundo gol del Rojo.
Ávalos ingresó al área y Francisco Gerometta al intentar despejar lo terminó pisando. El árbitro Pablo Echavarría dejó seguir pero lo llamaron del VAR y sancionó el penal, que a los 29' convirtió Santiago Montiel con un remate alto para establecer el 2-0.
Ese gol terminó de definir la historia, más allá de que estaba definida desde el final del primer tiempo cuando Paz se hizo expulsar para dejar a su equipo en inferioridad numérica.
Y en el final, hubo tiempo para otra equivocación de Unión y el tercer gol de Independiente. Rechazó mal Valentín Fascendini, hizo lo propio Franco Pardo e Ignacio Maestro Puch aprovechó tantos favores y de media vuelta puso el 3-0 final.
Una actuación paupérrima de Unión, que jamás estuvo en partido. Lo superaron de principio a fin y el equipo no tuvo respuestas futbolísticas ni anímicas que lo llevaron a sufrir una dura goleada que lo baja de la pelea por los primeros lugares.