El gobernador de Santa Fe, Miguel Lifschitz, se sumó en las últimas horas al rechazo a la intervención que dispuso el martes la jueza María Romilda Servini al Partido Justicialista, nombrando como interventor a Luis Barrionuevo. "Así como se exige que la política no interfiera en la justicia, también debemos exigir que la justicia no haga política. Es inadmisible en democracia la intervención a un partido político como ha ocurrido con el Partido Justicialista", expresó el mandatario santafesino a través de su cuenta de Twitter.
La voz del gobernador se sumó al repudio del Partido Socialista que manifestó ayer su "profunda preocupación ante el fallo firmado por la jueza Doctora Servini de Cubría". A su vez, el presidente del partido Antonio Bonfatti se solidarizó con el titular del PJ José Luis Gioja "ante la gravedad del suceso ocurrido".
"Consideramos que esta sentencia, moviliza a la justicia como un carril de intromisión política e institucional, y que habilita un antecedente que debilita la democracia de nuestro país", señalaron desde el PS en un documento, al tiempo que solicitaron que "se deje sin efecto cuanto antes está resolución que afecta la transparencia pública y a las instituciones republicanas".
En esta dirección, el presidente de la UCR de Santa Fe, Julián Galdeano, dijo que "es una decisión que sorprendió y parece un despropósito por las formas y las características del interventor (en alusión a Luis Barrionuevo)", según hizo saber El Ciudadano de Rosario en una nota publicada este miércoles.