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Este partido tuvo todos los condimentos necesarios para que sea un partidazo. Siete goles, un expulsado, goles por doquier, errores no forzados, y una histórica victoria de Vélez ante Boca para acceder a la final de la Copa Argentina.
Fue 4-3 ante un Boca, que con esta derrota dejó escapar la última chance de clasificar a la Copa Libertadores de América y ahora deberá depender de la tabla anual para alcanzar su objetivo. Lo ganaba 2-0 con los goles de Francisco Pizzini y Nicolás Figal en contra. Pero Boca reaccionó y lo pasó a dar vuelta con Exequiel Zeballos y Tomás Belmonte.
Por momentos, la situación fue comparable a aquella final histórica de la Copa del Mundo en Catar 2022, en la que Argentina dominó a Francia durante casi 80 minutos, hasta que, en un abrir y cerrar de ojos, Kylian Mbappé anotó tres goles en un lapso vertiginoso que forzó la definición por penales.
Algo semejante ocurrió en el estadio Mario Alberto Kempes, donde durante los primeros 45 minutos, Vélez mostró un nivel de juego casi perfecto, estando a punto de cerrar el partido en apenas 22 minutos, una ventaja que parecía suficiente para sellar el destino del encuentro. Sin embargo, en una inesperada vuelta de tuerca, el equipo velezano dejó escapar esa oportunidad y, como suele suceder con Boca, por más que el conjunto Xeneize atraviese un momento complicado, siempre parece encontrar una nueva vida, una chispa que le permite soñar con la remontada, y, en esta ocasión, no fue la excepción.
Al principio del partido, Boca fue el que intentó marcar la pauta. A los 30 segundos, Edinson Cavani metió una gran asistencia para Exequiel Zeballos, que corrió por la derecha a toda velocidad. El Changuito tenía todo para definir de primera, pero decidió dominarla y se le fue larga, perdiendo una clara ocasión. Sin embargo, cuando Vélez empezó a atacar, fue letal. En una contra de manual, Matías Pellegrini quedó mano a mano con Leandro Brey, que respondió bien y evitó el gol. Pero en el rebote, Elías Gómez tuvo la visión para abrirla hacia la derecha, donde apareció Francisco Pizzini, que, sin dudarla, le pegó de primera con el exterior del pie derecho y la mandó a guardar. Golazo de Vélez, que comenzaba a encaminar su victoria.
Así, con ese gol tempranero, el Fortín empezó a manejar los tiempos del partido, mientras que Boca, que no lograba reaccionar, veía cómo se le escapaba la última oportunidad de asegurar su clasificación a la Copa Libertadores. El 2-0 llegó a los 20 minutos del primer tiempo. Claudio Aquino –uno de los mejores jugadores del fútbol argentino– desequilibró por la izquierda y le metió un gran pase para Mateo Pellegrini, que la dejó pasar al centro. El balón llegó al área y Nicolás Figal, intentando despejar el peligro, no pudo evitarlo. En un intento por rechazarla, la pelota terminó clavándose en el ángulo de su propio arco. A los 22′, casi llegó el 3-0. A Leandro Brey se le escurrió de las manos la pelota y el Fortín tuvo el tercero. Pero la pelota se fue apenas desviada.
Transcurridos los primeros cuarenta y cinco minutos de juego, Boca logró descontar en el marcador, cuando Cavani, con una impresionante muestra de su capacidad aérea, desvió con un soberbio cabezazo un preciso centro de Saracchi, quien había llegado por la banda izquierda y ejecutado un pase milimétrico, lo que permitió a su equipo reducir la diferencia frente a Vélez en el tanteador, mientras el estadio Kempes, lleno de hinchas xeneizes, estallaba en un clamor de emoción y esperanza por la remontada.
En el segundo tiempo, Boca empezó con una desventaja significativa. Apenas a los dos minutos, el Xeneize sufrió la expulsión de un jugador clave. Luis Advíncula, quien ya había sido amonestado previamente por una falta violenta sobre Pellegrini (en una jugada en la que el árbitro Echavarría había decidido no expulsarlo), cometió otra infracción similar. Esta vez, nuevamente le dio un patadón al mismo jugador, lo que llevó al árbitro a mostrarle la tarjeta roja directa, tras una nueva amonestación. La reacción del público xeneize fue de desaprobación hacia el peruano quien se retiró del campo entre insultos. Ante la expulsión, Fernando Gago, decidió realizar un cambio táctico, sustituyendo a Zenón por Barinaga para retocar el sector derecho.
Sin embargo, Boca no se dio por vencido y, con determinación logró llegar al empate. Peleó y se impuso en la batalla del mediocampo, lo que les permitió recuperar el control del partido.
Luego, Edinson Cavani, con una brillante asistencia, habilitó a Exequiel Zeballos, quien, tras un espectacular giró para sortear a Damián Fernández, ejecutó un derechazo preciso que terminó en el fondo de la red. De esta manera, el Changuito logró el empate.
Vélez nunca supo aprovechar la ventaja numérica y, en cambio, Boca se le fue encima con una intensidad arrolladora, consciente de que este no era un partido más, sino una oportunidad crucial para conseguir la Copa Argentina, el título que necesita para salvar el año.
Fue entonces cuando Tomás Belmonte con una gran definición, puso el 3-2 en el marcador, dejando a Boca en ventaja cuando solo quedaban 10 minutos para el final del descuento. Un córner al segundo palo, el rechazo, Ezequiel Zeballos asistió para Juan Barinaga y la definición de Toto al palo izquierdo. Tres minutos más tarde, Agustín Bouzat le hizo honor a la Ley del Ex y marcó el 3-3 en medio de un ataque desesperado del Fortín en busca de la igualdad.
Y a los 45′, y en un partido inolvidable, nuevamente Agustín Bouzat volvió a poner arriba a Vélez casi sobre la hora, al conectar un centro desde la derecha en el área chica.