Para la tarde, la energía les había sido restablecida al 98% de los 1,47 millones de clientes del servicio eléctrico de Puerto Rico, informó Luma Energy, la compañía privada que supervisa la transmisión y distribución de energía en el archipiélago. 

La luz regresó a los hogares, al igual que a los hospitales, plantas de agua e infraestructura de aguas residuales en este territorio estadounidense después del apagón masivo que puso al descubierto los persistentes problemas eléctricos que azotan a la isla.

Sin embargo, la compañía advirtió que de todas formas los clientes aún podrían experimentar cortes temporales en los próximos días. Indicó que la reanudación completa del servicio en Puerto Rico podría tardar hasta dos días.

“Necesitaremos administrar la carga según la generación esté disponible. Esto probablemente requerirá una gestión de relevos de carga en todo el sistema”, declaró en un comunicado Juan Saca, presidente de Luma Energy.

El suministro se interrumpió a las 5:30 de la mañana del martes, lo que oscureció casi todo el archipiélago mientras la gente se preparaba para celebrar el Año Nuevo. Las autoridades aún están investigando la causa del apagón, pero Luma Energy indicó que una revisión preliminar apuntaba a una falla en una línea eléctrica subterránea en el sur del territorio.

Apagones temporarios

La gobernadora electa Jenniffer González Colón, que asumirá el cargo este jueves, advirtió que los clientes podrían experimentar interrupciones en los próximos días, ya que las plantas de energía aún no operan a su máxima capacidad.

“En estos días, les exhorto a ser comedidos con el consumo de energía para ayudar a disminuir los relevos de carga, que una mayor cantidad de personas puedan tener luz disponible, y que el sistema pueda subir (arrancar) sin mayores contratiempos”, manifestó González Colón en la red social X.

En la campaña electoral, González Colón había prometido nombrar a un “zar de la energía” para supervisar la operación de la red eléctrica, que desde hace tiempo padece fragilidad y fallas debido a años de abandono.

La red eléctrica de la isla fue devastada en septiembre de 2017 por el huracán María, una tormenta de categoría 4.

La falta de confiabilidad en el suministro de electricidad sigue siendo muy común, lo cual obstaculiza la vida diaria de los puertorriqueños y les genera frustración. 

En junio, más de 340.000 clientes se quedaron sin energía mientras la gente sufría debido a las altas temperaturas. 

En el momento más álgido del azote del huracán Ernesto en agosto, más de la mitad de todos los clientes sufrieron un apagón. Decenas de miles de personas permanecieron sin electricidad una semana después de la tormenta. (AP)