El mandatario santafesino anunció hoy que "no hay punto en el proyecto de reforma que no pueda ser debatido o cambiado", como guiño político a aquellos que refutan su proyecto sosteniendo que sólo pretende lograr la posibilidad de ser candidato a un segundo mandato al frente de la provincia de Santa Fe.
Esta mañana, en un acto que presidió en la Casa de Gobierno Miguel Lifschitz justificó, con la exposición de sus argumentos, la voluntad de avanzar con la iniciativa.
"Todos los partidos se han pronunciado a favor de la necesidad de la reforma, más allá de algunas visiones diferentes sobre temas particulares", señaló el gobernador.
Lifschitz confirmó que el proyecto será ingresado por la cámara de diputados, que "es la cámara que mejor representa la pluralidad de fuerzas políticas", indicó.
Ahora, el debate se trasladará a diputados, que necesitará dos tercios de votos para aprobarla, y luego al Senado, donde los mismos números la convertirían en ley.