Claudio Perusini hace algún tiempo no reside en Santa Fe, el año pasado viajó para reencontrarse con sus compañeros de estudios y en esas circunstancias sufrió un ACV. Familiares y amigos de Perusini encomendaron a la Beata Mamá Antula su recuperación en un momento muy crítico de su salud, por lo que ahora le atribuyen su mejoría.
A partir de que el hecho fue informado a las autoridades esclesiásticas, el administrador apostólico de Santa Fe de la Vera Cruz, monseñor José María Arancedo, procedió el 13 de abril a tomar juramento a las personas designadas para llevar adelante la investigación canónica sobre un presunto hecho milagroso atribuido a la beata Mama Antula.
El prelado designó delegado para este proceso al canónigo doctor Javier E. González Grenón; promotor de Justicia al canónigo doctor Hugo H. Cappello; notorio al canónigo Fernando Heinzen y notaria adjunta a la abogada María Delfina Zencluzen.
En el acto estuvo presente Claudio Perusini, recuperado de un ACV por la presunta intercesión de la beata, su esposa, hijos, su madre y demás miembros de su familia y amigos.
Quién fue Mama Antula
María Antonia de Paz y Figueroa, conocida por la " Mama Antula", tal cual la denominaban los pobres e indios a quienes ella les sirvió. Mama Antula, es una expresión donde el castellano y el quichua se fusionan para reconocer en esta mujer sus actitudes maternales, "Mamá Antonia", Madre Antonia.
La Mama Antula, nació en Santiago del Estero, en el año 1730. Era nieta de un ilustre personaje y su familia gozaba de una muy buena posición económica y social. De joven se alejo de los honores y riquezas para servir a Dios. A los 15 años se puso bajo la dirección de los padres de la Compañia de Jesús, con los que colaboró en sus múltiples tareas, especialmente, en los Ejercicios Espirituales. Lo hizo con tanto entusiasmo que aprendió su temática y metodología y al ser expulsados los jesuitas, llamada por una voz interior, se animó a ser su heredera. Tenía 36 años y se consideraba Hija espiritual de la Compañia de Jesús.
Su misión fue llevar a Dios hasta donde no fuese conocido. Así recorrió varias provincias desde Jujuy hasta Córdoba y San Luis. Después viajo a Buenos Aires a pie desde Santiago del Estero, llevando una cruz de madera en las manos, y sin más recursos que la providencia.
Entró en Buenos Aires en 1779. Se refugió enla Iglesia de la Piedad. Durante 20 años se dedicó a hacer conocer a Cristo a través de los Ejercicios Espirituales ( hoy llamados Retiros Ignacianos). Con inmenso amor instruyó a los pobres, a los indios, a los negros y a la gente de campo, protegió a las jóvenes desamparadas, visitó a los presos, auxilió a los enfermos y necesitados, convirtió a los pecadores, albergó y educó a las mujeres de la calle, sin más recursos que la mano de Dios que la asistía en todo momento.
En 1795 fundó una Casa de Ejercicios en la ciudad de Buenos Aires, e innumerables personas le debieron su salvación. El Señor le dió el don de hacer milagros en su vida. Multiplicó los panes y comida, obtuvo auxilios milagrosos y extraordinarios, sanó a un loco y restituyó la vida a un albañil. Apareció a la media noche a personas necesitadas para librarlas de peligros.
Falleció del 7 de marzo de 1799, en Buenos Aires dejando un notable testamento.