Sufrió, más de la cuenta, pero avanzó a la definición. Y con polémica incluida. Real Madrid igualó 2-2 ante Bayern Munich y aprovechó el 2-1 conseguido en Alemania para abrochar el pase a la final de la Liga de Campeones.
Con la figura de Karim Benzema, quien venía de ser suplente en los dos últimos partidos de Champions tras haber perdido la titularidad. El francés no tardó en reivindicarse con quizá su mejor noche en el Madrid. Primero con uno de esos goles que valen oro, el empate a uno que opacó el 1-0 de Joshua Kimmich. Y tras el descanso, con el 2-1, aprovechándose de un error de Ulreich que quedó para la historia.
Karim estuvo participativo, buscando socios y pivoteando. Claro que en el medio hubo una jugada polémica que pudo torcer el rumbo del partido. Con el tiempo de la primera parte casi cumplido, el lateral Kimmich puso un centro desde la banda derecha y la pelota se estrelló claramente en la mano de Marcelo, quien estaba parado sobre la línea del área. A pesar de la evidente mano del brasileño, el árbitro turco Cakir no señaló nada.
Los jugadores de Bayern Munich siguieron reclamando un rato largo la decisión, pero ni el juez de línea ni el de área vieron la infracción. El otro finalista de la Liga de Campeones saldrá de entre Roma y Liverpool, que se medirán hoy en la capital italiana a partir de las 15.45. El conjunto inglés ganó el encuentro de ida por un claro 5-2 y ya tiene medio boleto a Kiev.
Fuente: La Capital