La inflación es uno de los principales problemas que afectan a los argentinos. Y, tras las crisis cambiaria y la incertidumbre reinante, los precios volvieron a subir fuertemente.
Fuentes del sector supermercadista adelantaron que en el caso del aceite, contando el primer aumento de fines de abril, los incrementos llegaron nada menos que al 20 por ciento. Asimismo, Unilever (líder en limpieza e higiene) ya alcanzó en dos etapas un incremento del 10%; Arcor (dominante en alimentos), Swift y Menoyo subieron entre 5 y 6 por ciento varios de sus bienes, dentro de un conjunto de compañías que también remarcaron, como Mondelez y Procter And Gamble.
Desde las cadenas de hipermercados se limitaron a explicar que recibieron las listas de los proveedores. Entre los productos afectados, además del aceite, se encuentran las galletitas, lácteos, jugos, salsas, hamburguesas, salchichas, milanesas y todos los derivados de la harina.
El aceite que más aumentó es Vicentín con el 20 por ciento. Las fuentes del retail afirman que "los supermercados reciben los aumentos de los proveedores y no pueden absorber esos aumentos. La rentabilidad es de 2 puntos, cuando en otras partes del mundo es de 2,5 por ciento. Hay que revisar la carga fiscal" y dijeron que "también habría que poner la lupa en los formadores de precios. En muchos casos, se puede entender si tienen insumos dolarizados, pero en muchos otros casos no se justifica".