El gobernador de la Provincia de Santa Fe, Miguel Lifschitz, habló esta mañana por LT9 de la crisis económica que atraviesa el país y las últimas medidas anunciadas por el Gobierno Nacional.
“Es un país imprevisible en la Argentina. El escenario que podíamos imaginar en noviembre del año pasado, a seis meses de distancia parece que estamos en otro país. Hace falta autocrítica por parte del gobierno, escuchar más a la oposición y los actores reales de la economía y ver cómo se supera esta crisis o mini crisis que ocurrió en estos 15 días”, declaró el mandatario Socialista por “Primera Mañana”.
Lifschitz destacó que “la idea de convocar a la oposición y abrir una mesa de diálogo es positiva”, aunque indicó que “habrá que ver si se ponen arriba de la mesa los temas más importantes y si hay capacidad para corregir y cambiar algunas medidas”.
“Con este plan económico vamos a ir a una situación de mayor crisis. Hay que pensar en un proyecto de otras características. La idea de recortar la obra pública no es buena idea. En los momentos de dificultad es cuanto más obra publicas hay que hacer. Y un recorte de carácter social es poco aconsejable”, consideró el gobernador.
Sobre el acuerdo con el Fondos Monetario Internacional, Lifschitz recordó que “siempre creí que no había que volver al FMI y que había otras herramientas”. Coincidió de qie hay que “bajar el déficit”, pero el Gobierno Nacional “eligió el camino de reducir el gasto” en vez de “incrementar la economía, generar más producción y empleo”.
También señaló que “el grueso de déficit es nacional. Las provincias aportamos muy poca proporción. Santa Fe ni tiene déficit, tiene presupuesto equilibrados, bajo nivel de endeudamiento. En Santa Fe estamos en buenas condiciones para pasar un tiempo de dificultades. Si hay que ver qué gastos recortar y cómo achicamos presupuestos, para mí vamos en mal camino”.
Lifschitz participó ayer de un encuentro con gobernadores en Tucumán y sostuvo que “hay predisposición” de los mandatarios provinciales de apoyar las medidas del gobierno, pero con reparos.
“Nadie puede especular que al Gobierno le vaya mal. Hay predisposición a colaborar, pero quien tiene el timón en la mano es el presidente. Podemos acompañar, pero no podemos gobernar el país. Los gobernadores somos solo socios de la Nación en las deudas” concluyó el mandatario Socialista.