El Gobierno buscó desarmar la presentación de un duro informe sobre la situación de los denominados sectores sensibles de la industria. Desde el propio ministro de Producción, Francisco Cabrera, hasta los funcionarios más cercanos a la UIA, surgieron pedidos e incluso advertencias a las entidades que organizaron una conferencia en el porteño Hotel Castelar, justo enfrente de la casa de los industriales. Desde allí, en donde minutos antes se había reunido el Comité Ejecutivo, partió un fuerte respaldo a los afectados por la crisis sectorial.
Hubo pases de factura e incluso se llegó a anunciar la caída de medidas destinadas al sector. El objetivo era que el anuncio de esta tarde sobre créditos a tasa subsidiada aliviara el clima. Pero los empresarios consideraron que, si bien es una medida positiva, "a esta altura del problema es una aspirina para una enfermedad terminal".
"Hoy las fábricas están trabajando con una cadena de pago rota, con precios pre devaluación e insumos a más de $26. La mayoría consumió el acceso al crédito y están cambiando cheques al 85% para poder pagar lo más urgente. Nadie puede acceder a la bancarización por mejor tasa que se ofrezca", afirmó uno de los integrantes de la UIA.
El presidente de la Cámara Argentina del Calzado, Alberto Sellaro, sin embargo, aclaró que la presentación "no fue para confrontar con el Gobierno sino para hacer propuestas que ayuden al sector". El hombre que también es parte de la mesa chica de la UIA le bajó el tono a la tensión que se vivió durante las 24 horas antes del cónclave empresario.
"La actualidad de la cadena de valor textil û indumentaria y de la cadena de valor del cuero-calzado y marroquinera es compleja y difícil. Esta situación, que se manifiesta en una prolongada crisis de nuestro nivel de actividad, se explica por la coexistencia de varios factores que resultaron ser una mezcla explosiva para la actividad industrial de nuestros entramados productivos". Así inició el documento que se denominó "No somos un problema, somos una oportunidad".
El "apriete" oficial alcanzó para que se introduzca un párrafo con elogios a la intervención del Gobierno con medidas en línea con los reclamos. El resto del texto abundó en conceptos de alerta de "primarización" de la economía, en pérdida de empleo, falta de competitividad, entre otros puntos. En la amplia mesa había empresarios enrolados en distintas entidades y dirigentes gremiales.
"los sectores del trabajo y de la producción nacional que integran esta declaración, solicitamos una inmediata convocatoria de las mesas sectoriales que funcionan en el ámbito del Ministerio de Producción de la Nación que habiliten la implementación urgente de un plan de estabilización del nivel de actividad de nuestros entramados productivos", exigieron los firmantes.
El clima de tensión cruzó la calle, en donde el Comité Ejecutivo de la UIA entendió que por su nivel crítico, esos reclamos fueron un tiro por elevación a la principal fabril del país, que se prepara para una Conferencia Industrial con artillería pesada contra la macroeconomía argentina.