La selección argentina realizó el último entrenamiento en el predio de Bronnitsy, antes de viajar a Kazán donde mañana se jugará el partido por octavos de final contra Francia.
Ante una eventual definición por penales, el entrenador decidió practicar tiros desde los doce pasos.
Con Franco Armani como el arquero principal, ya que será el titular ante los galos, pero con Wilfredo Caballero y Nahuel Guzmán alternando en el arco, el entrenamiento terminó con clima distendido.
Si bien la ilusión es conseguir el pasaje a cuartos sin tener que recurrir a esta instancia, la precaución es válida.
Armani y el cuerpo técnico seguirá con el estudio de los posibles pateadores franceses, pero mientras tanto los argentinos ensayan y sueñan con seguir adelante.