Fernando Hierro, que fue el seleccionador de España en el decepcionante Mundial-2018 en el que "La Roja" cayó en octavos de final, decidió terminar su relación con la Federación Española (RFEF), de la que era además director deportivo, anunció este domingo la propia RFEF en un comunicado.
Hierro había sido llamado como solución de urgencia, a un día del inicio del torneo en Rusia, para reemplazar al entonces seleccionador, Julen Lopetegui, destituido fulminantemente tras anunciarse su contratación como próximo entrenador del Real Madrid.
"Después de muchos kilómetros caminando juntos, la Real Federación Española de Fútbol y Fernando Hierro ponen fin a su relación una vez finalizada la participación de España en el Mundial de Rusia".
Luego continua: "El último seleccionador español declina regresar a su anterior cargo como director deportivo de la RFEF para buscar nuevos horizontes y emprender nuevos retos profesionales", escribió el organismo en su texto.
"La Federación quiere destacar los valores profesionales y humanos de un extraordinario deportista al que desea la mejor de las fortunas", apuntó.
Hierro ya había sido una primera vez director deportivo de la Federación Española, entre 2007 y 2011, coincidiendo con un momento especialmente glorioso para la selección, con los títulos en la Eurocopa de 2008 y en el Mundial de 2010.
Su segunda etapa en la dirección deportiva de la RFEF había comenzado en noviembre de 2017.
La RFEF insistió en su agradecimiento a Hierro por "su compromiso y sentido de la responsabilidad al ponerse al frente del combinado nacional en unas situaciones extraordinarias así como en el desempeño de todas sus funciones en la que siempre será su casa".
Desde la eliminación de España en el Mundial, la prensa española daba por hecho que la RFEF buscaba un nuevo seleccionador y ha empezado a especular con nombres como los de Luis Enrique Martínez, Quique Sánchez Flores o Miguel González Míchel, todos ellos exinternacionales.
España fue la vencedora del Grupo B del Mundial-2018, después de dos empates (Portugal y Marruecos) y una victoria (Irán). En los octavos de final quedó eliminada en Moscú ante la anfitriona Rusia, que le superó en la tanda de penales (4-3) después de un empate 1-1.
Fuente: Cadena 3