De forma inesperada, ha aprovechado el desayuno informal de bienvenida ofrecido por el secretario general de la Alianza Atlántica, Jens Stoltenberg, para arremeter con dureza contra Alemania.

«Si se supone que debemos protegerles de Rusia, ¿por qué estáis pagando miles de millones de dólares a Rusia por su energía? ¿Por qué países de la OTAN, Alemania en concreto, tienen un gran porcentaje de sus acuerdos energéticos con Rusia? Si lo mira bien, Alemania es cautiva de Rusia. Están enriqueciendo a Rusia», ha disparado. La cara de Stoltenberg era un poema.

Trump ha hecho buena la estrategia de no hay mejor defensa que un buen ataque. Sabedor de la inquietud genera entre sus aliados sus extraños lazos con Moscú, el inquilino de la Casa Blanca ha apuntado directamente a Berlín recordando su buena relación con Rusia impulsando proyectos como el gasoducto Nord Stream II, liderado por Gerhard Schröder: «Y el anterior canciller alemán es el jefe de la compañía del gasoducto que va a proveer el gas. 

En última instancia, Alemania tendrá casi el 70% del país controlado por Rusia con el gas natural. Dígame usted: ¿es esto apropiado? Tenemos que hablar con Alemania de esto», ha censurado. (Hoy España)