Es ante lo que consideran “una restricción resuelta de forma inconsulta y arbitraria” y que consiste e en que los afiliados “deberán pedir autorización a partir del 1 de agosto para atenderse en otro lugar de la provincia.
Amsafé exigió que se dé marcha atrás con esta medida que afecta a miles de trabajadores de la educación de la provincia.
El gremio docente indicó que la “novedad” surgió tras la firma de los nuevos contratos de prestación con las asociaciones gremiales médicas y la asociación de clínicas y sanatorios.
“Esto afecta fuertemente a beneficiarios del interior, que en muchos casos se atienden en grandes centros urbanos como Santa Fe y Rosario”, señalaron desde el sindicato.