De acuerdo a testigos que compartieron con Pity Álvarez los momentos previos al asesinato de Cristian Díaz, el 10 de julio -dos días antes del crimen- el músico consumió un cóctel narcótico de pasta base, morfina, clonazepam y San Pedro.
Las tres primeras, conocidas por el público general, no generan demasiados interrogantes sobre su origen y efectos. Es la cuarta, sin embargo, la más "exótica".
Bajo ese nombre coloquial, se esconde el cactus Echinopsis pachanoi, que al igual que el peyote es fuente de la sustancia psicoactiva mescalina. Su uso es ancestral: hace miles de años, los pueblos originarios de Perú y Ecuador los utilizaban en sus ceremonias religiosas.
Preparación y efectos
Para prepararlo, se extrae la cáscara verde del cactus y se lo seca para facilitar la conservación. Al momento de tomarlo, se toma un trozo de entre 14 y 50 gramos -dependiendo de la intensidad deseada del efecto- y se lo hierve durante seis o siete horas para preparar una infusión que se bebe luego de filtrarla.
De una a cuatro horas después de la ingestión, suelen aparecer efectos secundarios desagradables, incluyendo mareos, náuseas, vómitos, sudoración, fuertes alucinaciones y ansiedad extrema.
Luego de esta fase, entra en juego el efecto alucinógeno de la mescalina, de la mano del cual se experimenta una sensación general de euforia acompañada por distorsión de las percepciones sensoriales, sinestesia -interferencia de sentidos, como la experimentación de sonidos a través de la vista- y, a veces, visiones.
Fuente: Contexto Tucumán