Pérez es pescador desde hace años y cuenta que por la crisis económica, se han sumado a la actualidad muchas familias, duplicando la cantidad de pescadores en la provincia.
El hombre relató que unos dos mil trabajadores del río en éste momento se ven afectados porque no hay pescados grandes y no se respetan las medidas en los peces, nadie controla y se está haciendo una matanza de peces pequeños dijo Pérez.
Además explicó que en las temporadas de bajante del río, la actividad se ve muy resentida porque porque el pescado grande se mete en los pozos y lo único que se son piezas pequeñas.
El río está muy bajo, por demás bajo hace muchos años que no se veía una bajante tan grande y eso está perjudicando mucho. Va a seguir hasta octubre así de octubre a principios noviembre.
Por eso el problema puede agravarse, dijo Pérez, debido a que con el frío el agua se mantiene en buen estado, pero cuando llegue el calor el tema va a ser serio, Con el río bajo y el calor puede haber mortalidad de peces.