La vicedirectora de la Sala de Prensa de la Santa Sede, Paloma Ovejero, cuestionó la difusión el hecho y aclaro que el Sumo Pontífice suele recibir centenares de obsequios en cada audiencia general
Un estudiante argentino que vive en Roma asistió a una audiencia general del papa Francisco y se convirtió en protagonista de una noticia que generó malestar en el Vaticano.
Nicolás Fuster esperó el encuentro con el líder de la Iglesia católica y cuando lo tuvo cara a cara le entregó un pañuelo verde, símbolo adoptado por quienes impulsan la legalización de la interrupción voluntaria del embarazo. Además le dio una carta para "invitarlo a reflexionar".
Un día después del hecho, la vicedirectora de la Sala de Prensa del Vaticano, Paloma Ovejero, cuestionó la difusión que el hecho tuvo en la Argentina.
"Cada miércoles, en cada audiencia general, el Papa recibe centenares de cartas, pañuelos (no solo verdes), gorras y demás obsequios. Utilizar la entrega de un "regalo trampa" sin que el destinatario supiera qué era ni qué buscaba no parece muy honesto…", señaló la vocera del Vaticano para zanjar el tema.