El Alto Comisionado de la ONU para los Derechos Humanos ha denunciado este miércoles que la represión y las represalias contra los manifestantes que en los últimos meses se han echado a las calles contra el presidente de Nicaragua, Daniel Ortega, continúa mientras la comunidad internacional "aparta la vista" ante lo que está sucediendo en el país centroamericano.
En un informe, la oficina que dirige Zeid Raad al Hussein ha defendido que es necesario adoptar "medidas urgentes" ante la crisis de Derechos Humanos en Nicaragua, donde desde el pasado abril hay ya más de 300 muertos y otros más de 300 manifestantes han sido detenidos, mientras que muchos de quienes participaron en las protestas o se han expresado en contra del Gobierno se han visto obligados a esconderse o abandonar el país.
La represión y las represalias contra los manifestantes prosiguen en Nicaragua, mientras el mundo aparta la vista", ha lamentado Zeid en un comunicado.
"La violencia y la impunidad de los últimos cuatro meses han puesto de relieve la fragilidad de las instituciones del país y del Estado de derecho, y han generado un contexto de miedo y desconfianza", ha subrayado.
Por ello, ha instado tanto al Consejo de Derechos Humanos de la ONU como a la comunidad internacional en general a que "adopten medidas específicas con el fin de evitar que la crisis actual degenere en disturbios sociales y políticos aún más graves".
Según ha defendido, "cualquier medida de esa índole debería velar por la plena exigencia de responsabilidades en relación a las violaciones y los abusos de Derechos Humanos, así como garantizar el acceso eficaz de las víctimas a la justicia. (Reuters)