La ruptura, ayer miércoles, de una represa en Birmania ha obligado a miles de personas a huir de sus viviendas inundadas y ha provocado cortes importantes en la principal carretera del país, según fuentes oficiales.
«No tenenos datos exactos sobre el número de afectados, pero el agua llegó a localidades con más de 50.000 habitantes», anunció a la AFP Phyu Lae Lae Tun, alto responsable del ministerio birmano de Asuntos sociales.
En total, 12.000 viviendas de un centenar de pueblos de la región de Bago, a 70 km al norte de la capital, Rangún, se han visto afectadas. No hay de momento información sobre muertos o heridos.