Los bombardeos del régimen sirio continuaron este miércoles contra el último bastión insurgente de Siria en la provincia de Idlib, en vista de una ofensiva apoyada por Rusia que deja planear la amenaza de un "baño de sangre" según el secretario general de la ONU, Antonio Guterres.
Los disparos de artillería en Idlib se producen un día después de anuncio por la coalición antiyihadista liderada por Estados Unidos del lanzamiento de la fase final de su operación militar contra el grupo Estado Islámico (EI) en el este de Siria.
En la región de Idlib, los bombardeos del ejército sirio tuvieron como objetivo el sur de esta provincia limítrofe con Turquía, sin causar víctimas según el Observatorio sirio de derechos humanos (AFP-NA)