Fue un milagro, no hay otra manera de explicar lo que sucedió en Astaná, la capital de Kazajistán. Un niño de siete años había quedado solo en su departamento, ubicado en el décimo piso del edificio, y quiso salir a la calle. Al encontrarse con la puerta cerrada se dirigió hacia la ventana, rompió el mosquitero y quedó colgando al límite de caer al vacío. Su vida estaba en riesgo pero él, a pesar del miedo por la altura en la que se encontraba, pidió ayuda sin entrar en pánico.
Enseguida todo el barrio se convirtió en un griterío. Abajo, la madre del niño miraba aterraba y rezaba para que lo que parecía inevitable no ocurriera. En el noveno piso un hombre de 28 años escuchó el alboroto que se había ocasionado y se asomó para ver qué sucedía. "Abrí la ventana y miré hacia afuera. Vi a mi alrededor que todos me miraban. Levanté los ojos y vi que había un niño colgando", dijo Artem Karev, que hoy es una celebridad en su país.
"El nene perdió estabilidad y se cayó. Yo estiré mis brazos y lo atrapé", explicó el héroe de la semana al sitio Tengrinews.kz. El video, rápidamente se volvió viral en las redes sociales y Artem Karev se transformó en un héroe para toda la comunidad.
En declaraciones a la prensa los miembros del equipo de rescate que llegaron al lugar afirmaron que "la condición del niño es satisfactoria" y que tras el increíble salvataje el joven "pasó al chico a sus padres". Ya superado el peligro, la mamá del nene se desmayó.
Fuente: Diario Clarín.