Hay historias que, por más sensibilidad que carguen, merecen la pena ser contadas. Porque algunas se traducen como claros ejemplos de vida, superación y amor eterno.
Daniel y Laura Jensen, un matrimonio que vive en un campo ubicado en General San Martin, un pueblo al sureste de la provincia de La Pampa, perdieron a su hijo Bruno hace unos 15 días. Tenía 18 años y no soportó una delicada operación en el cerebro por malformaciones arteriovenosas.
Conocido el triste e inesperado fallecimiento del chico, sus papás decidieron donar los órganos en un acto de amor inmenso que provocó la salvación de cuatro vidas. Ahora quieren encontrarlos vía redes sociales y "darles un abrazo" para extrañar un poco menos a Bruno.
"Si fuiste transplantado/a de hígado o riñón el 6/10/18 después de las 3:00 am, Bruno puede ser quien, con su final, esté prolongando TU VIDA. Nosotros sabemos que era su deseo, lo dispuesto que estuvo siempre a ayudar a quien tuviera un problema de salud y lo contento que se puso cuando salió la ley Justina. Si estás agradecido/a a este ángel que te regaló parte de sí para que puedas seguir viviendo, quiero que sepas que sólo queremos darte un abrazo, alguna vez", fue el sentido mensaje que publicó Daniel Jensen en Facebook.
El hombre sabe bien que las autoridades intervinientes en cada trasplante no tienen autorización para contactar a las partes, pero sí es posible en caso de hacerlo en privado.
Lo concreto es que cuatro personas recibieron el hígado, los dos riñones y las válvulas cardíacas del joven Bruno, quien estaba a favor de la donación de órganos.
Fuente: Los Andes