Finalmente se confirmó que el cadáver que apareció maniatado y asfixiado en un hotel alojamiento de Floresta corresponde a Martín Licata, el periodista de 27 años que estaba desaparecido desde el sábado y era intensamente buscado.
En las últimas horas del miércoles, el fiscal Troncoso, que llevaba adelante la investigación, ya tenía la certeza de que se trataba de Licata por la comparación entre las fotos del cadáver y la documentación que había entregado la familia para que fuera encontrado. La madre del joven fue llevada por la división Homicidios de la Policía de la Ciudad y reconoció el cuerpo por una cicatriz que tenía.
La búsqueda del periodista había comenzado el domingo cuando la familia realizó la denuncia en la comisaría 40. La madre aseguraba que su hijo había salido de su casa el sábado temprano, sin documentación y que se dirigía a la facultad de Filosofía y Letras donde cursaba. Esa había sido la última vez que lo había visto. También señalaba que había intentado comunicarse pero que los mensajes de Whatsapp no le llegaban.
"Estamos desesperados. Él no es de irse sin avisar. Nunca. Siempre me mandó un mensaje cuando llega tarde. Vive conmigo y con su hermana", decía la madre de Martín mientras se llevaba adelante la búsqueda.
Durante los siguientes días no se produjeron grandes avances en la investigación más allá de la revisión de cámaras de seguridad. Lo cierto es que se seguía sin noticias del paradero de Martín. Hasta la tarde de ayer, cuando los investigadores comenzaron a relacionar la desaparición del chico con un cadáver que había aparecido en un albergue transitorio y que hasta el momento no había podido ser identificado porque el Renaper no había enviado los resultados del estudio de huellas dactilares.
El pasado sábado, cerca de las 14, una empleada del hotel alojamiento ubicado en la calle Falcón al 3000 dio aviso al 911 de que había un cadáver en el interior de una de las habitaciones.
Cuando los efectivos llegaron se encontraron con un cuerpo masculino que estaba atado a la cama con varias medias. Además tenía una trenza de goma sujetada a un trozo de madera alrededor del cuello, lo que hace suponer que lo habrían utilizado como una especie de torniquete.
En el lugar no se encontró ningún tipo de documentación, tampoco había teléfono celular ni nada que pudiera ayudar a identificar a la víctima, que luego se supo que se trataba de Licata. Solo había 60 pesos adentro de un jean negro que estaba tirado en el piso.
El conserje del hotel declaró ante los oficiales que ese mismo día a las 11:30 el hombre había ingresado caminando con una joven de aproximadamente 25 años. También señaló que dos horas más tarde la chica se había ido sola y que cuando quiso retenerla, ya que una persona que ingresó acompañada no puede retirarse en soledad, se le "escapó". No hay registros de cámaras de seguridad porque estaban rotas.
La autopsia que se le realizó al cuerpo de Licata, cuando todavía era un NN, indicó que murió por asfixia por compresión. Es decir, lo estrangularon. "Manejamos varias hipótesis pero la más fuerte es que se trató de un juego sexual. El hecho de que haya estado atado con varias medias indica que hubo una premeditación de esa situación", dijo una fuente con acceso al expediente.
Fuente: Infobae