Rusia acusó este domingo a la Armada ucraniana de violar sus aguas territoriales para desatar un conflicto, mientras que Ucrania denunció una embestida contra uno de sus barcos y un ataque armado contra otra de sus naves en el mar Negro, cerca de la península de Crimea, región anexada por Moscú.
El gobierno ucraniano denunció esta mañana que un barco de la Marina rusa embistió a uno de sus remolcadores que acompañaba a dos buques de guerra pequeños y que sufrió daños en el motor y el casco. Las naves ucranianas viajaban en dirección al puerto de Mariupol, en el Mar de Azov, y, por lo tanto, se acercaban al estrecho de Kerch, el único paso que comunica los dos mares.
"En violación de la libertad de navegación los buques rusos utilizaron ilegalmente la fuerza contra barcos de la Armada ucraniana", denunció la Cancillería ucraniana en un comunicado citado por la agencia de noticias EFE.
"Valoramos esas acciones agresivas como una violación de la carta fundacional de la ONU y la convención de Naciones Unidas sobre el derecho del mar", puntualizó.
Agregó "tales acciones representan una amenaza para la seguridad de todos los países de la región" y "consecuentemente, exigen una clara reacción de la comunidad internacional".
Unas horas después, Ucrania denunció otra agresión, esta vez un disparo contra otro barco militar, que, según informó la Marina de Kiev, causó heridas a un miembro de la tripulación, según la cadena de noticias Al Jazeera.
Rusia, por su parte, lanzó sus propias acusaciones contra Ucrania y no hizo declaraciones sobre las denuncias de Kiev.
La dirección de fronteras del Servicio Federal de Seguridad (FSB, la antigua KGB) de Crimea denunció que "tres buques de la Armada ucraniana se adentraron ilegalmente en aguas territoriales" rusas y advirtió que esos "barcos maniobran peligrosamente y no se subordinan a las órdenes de las autoridades rusas".
Apuntó además que los tres barcos ucranianos no tenían permiso para pasar por el estrecho de Kerch y se negaron a seguir órdenes de las autoridades rusas en la zona.
Moscú no confirmó si hubo un ataque a una de las naves ucranianas, como denunció el Gobierno ucraniano, pero dispuso el cierre del estrecho de Kerch para los barcos civiles, como informó Alexei Volkov, director de la empresa Puertos Marítimos Crimeos, a medios oficiales rusos al conocerse el incidente con Ucrania.
La tensión entre Ucrania y Rusia se mantiene inalterable desde que en febrero de 2014 un movimiento popular, apoyado por la Unión Europea y Estados Unidos, se levantó contra el entonces gobierno pro ruso de Viktor Yanukovich y, tras semanas de masiva represión, logró derrocarlo.
El Gobierno de Yanukovich fue reemplazado por otro pro occidental con una declarada posición anti Moscú.
Poco después, unos milicianos separatistas se levantaron contra el gobierno local de la península ucraniana de Crimea, una región estratégica que comunica el Mar Negro con el Mar de Azov y donde Rusia mantenía desde la época soviética su mayor base naval.
Rápidamente miles de hombres sin insignias pero con evidente disciplina militar desembarcaron en Crimea y apoyaron a los separatistas, que tras un rápido referéndum aprobaron una anexión rusa.
Tanto Ucrania como sus nuevos socios occidentales y la mayoría de la comunidad internacional desconocieron esa anexión y acusaron a Rusia de haber invadido la península.
Desde la anexión, Rusia reclama la soberanía de las aguas territoriales alrededor de la península en medio del tajante rechazo de Ucrania.(Reuters/Ambito.com)