El fiscal de Reconquista, Aldo Gerosa, se refirió al caso de la joven que fue detenida por practicarle sexo oral a su novio que estaba inconsciente en una sala común del hospital. “Es un hecho insólito. No es frecuente. Es bastante raro” aseveró el representante del MPA.
En diálogo con Primera Mañana, Gerosa describió que el joven estaba internado luego de intentar quitarse la vida en la ciudad de Alejandra, donde es oriundo. Al cuidado del muchacho estaba su novia, de 22 años. El fiscal admitió que la familia del joven le indilga a la chica la responsabilidad de la tentativa de suicidio.
“El hermano llega al Hospital con una consigna policial porque pensaba que podría haber alguna situación conflictiva, y cuando entran a la sala se encuentran con este cuadro (la mujer practicando sexo oral al paciente que estaba inconsciente)” agregó Gerosa. Tras esta situación, “los policías decidieron aprender a la señora dado que pensaban que había delito contra la integridad sexual o abuso sexual. Una vez identificada y tras la toma de antecedentes en la Comisaría de la Mujer, la joven quedó en libertad. Si hay delitos, son delitos que se permiten trabajar en libertad. Tampoco hay riesgo procesal”.
“Lo que me queda claro es que el paciente estaba inconsciente, por lo tanto habría sido utilizado como mero objeto para la conducta que realiza la señora. La víctima podría reclamar desde el punto de vista civil, pero desde lo penal es bastante difícil de encuadrar. Ha habido una conducta de connotación sexual clara que no dio conformidad la víctima, pero la víctima estaba imposibilitado de prestarlo porque estaba inducido a estado de sueño. Tampoco pudo negarse ni enterarse de lo que pasó” agregó el fiscal de Reconquista.
Por último, aclaró que “puede ser una exhibición obscena realizada por la mujer en el cuerpo de la víctima que estaba inconsciente, pero son investigados por el fiscal y el abuso sexual implica una denuncia por parte de la víctima. Como la víctima estaba inconsciente, la denuncia la hizo el hermano. Pero hay que preguntarle a la víctima si considera que la conducta sufrida fue una afectación a su integridad sexual, porque una persona mayor puede decidir libremente. Quizás era una práctica frecuente en la pareja. No lo sabemos. Por eso hay que indagar a la víctima y preguntarle que piensa al respecto”.