El ex juez Sergio Moro, quien condenó a la cárcel al ex presidente brasileño Luiz Inácio Lula da Silva, asumió hoy como ministro de Justicia y Seguridad Pública en el gabinete del derechista Jair Bolsonaro, durante una ceremonia en la que advirtió que su país dejará de ser un "puerto seguro para criminales".
Moro prometió perseguir desde su nuevo puesto al crimen organizado y los mecanismos de corrupción ya que, argumentó, esas estructuras delictivas afectan a las instituciones brasileñas y el clima de negocios.
"Sea por corrupción, violencia o narcotráco, todos ellos perjudican los climas de negocios y afectan la credibilidad de las instituciones", aseguró.
Moro ganó gran popularidad en Brasil por su protagonismo en la investigación del caso Lava Jato, una red de corrupción y sobornos a cambio de contratos de obra pública, principalmente durante los gobiernos del Partido de los Trabajadores (PT).