Eran las 20.30 cuando Amalia Granata, instalada en uno de los salones del hotel RosTower de Rosario y acompañada por su socia rosarina Alicia Azanza, su vocero Sergio Alcázar y un par de amigos arribados de Buenos Aires, dijo a este diario: "Nos llega información de que hice una buena elección en varios lugares de la provincia. Estoy contenta".
En su debut en la lid, la mediática logró un papel que le permitió pasar a la elección de octubre. Su cosecha sumó solo el tres por ciento de los votos pero la ubicó a la par de referentes con más "chapa" como los rosarinos Carlos Del Frade y Caren Tepp.
Los números que a las 20,30 ella y su grupo creían más abultados con los minutos fueron menguando. También se fue diluyendo la suposición de terminar arriba de Diego Giuliano, para demostrarle a Massa que la opción correcta hubiese sido ella.
Granata tuvo un segundo domingo de expectativa evaluando su futuro en la política. El domingo anterior había estado en el despacho de la empleada pública de Susana Giménez y Gasalla, portando su voto y prendiéndose en un diálogo con Brian Sarmiento, la nueva estrella de Newell's.
El raid mediático que gozó a lo largo de la campaña lo envidiaría cualquier competidor o político: la mesa de Mirtha, Los Leuco, A Dos Voces, El Juego Limpio la vieron pasar además de los programas en los que trabaja como Pamela a la Tarde.
Sin embargo, eso sí, no contó con el presupuesto que le permita armar una gigantografía. "Y de aquí hasta octubre será de la misma manera", decían anoche en su entorno.
Amalia, rosarina, mamá de dos nenes, leyó encuestas en la última semana que le adjudicaban números de hasta un 10 por ciento. Ayer obtuvo la tercera parte. Pero está en carrera.
Fuente: La Capital