El sacerdote Ernesto Aguera, quien estuvo al frente de la parroquia Virgen de los Pobres de Yapeyú y actual párroco de la Basílica "Natividad de la Santísima Virgen" -en reemplazo del padre Axel- habló con Primera Mañana sobre cómo continúa la vida en la ciudad de Esperanza luego del femicidio y la inhumación de los restos de Agustina Imvinkelried

"Por las características de este femicidio no hay explicaciones que uno pueda dar, porque no había una historia previa que nos lleve a suponer que esto podía terminar así. Toda la comunidad ha hecho un esfuerzo, con su oración y con su cercanía a la familia de Agustina para acompañarlos", dijo el religioso en diálogo con Mario Galoppo. 

"Acá somos un equipo y tratamos de ir acompañando, sosteniendo en el dolor a la familia, a los amigos y a los compañeros de la escuela", dijo en referencia al trabajo conjunto que realizaron con los otros sacerdotes Carlos Magnano y César Singerli.

Y agregó: "He estado en otros pueblos del interior y nunca pasa nada, pero cuando pasa, lo hace de un modo que asombra, suelen pasar estos hechos aberrantes y turbulentos"

"Hace un mes que estoy acá y no conocía a ninguno de los dos. Este tipo se le cruzó a Agustina y terminó de la peor manera. Es distinto a un noviazgo o matrimonio donde hay un tipo golpeador, donde se puede hacer algo. Acá era como impensable, no era previsible, a pesar de que este hombre tenía un historial de violencia, pero no contra agustina", indicó

Respecto al trabajo futuro que hay que realizar para que estos aberrantes hechos no se sigan normalizando, punto en el que coincide con los y las militantes feministas, sostuvo: "No creo que nadie quiera que se asesine a las mujeres y en este reclamo que canaliza el dolor tenemos que estar todos. Y también en la prevención de hechos futuros y habituales de violencia que sufren las mujeres. No mirar para el costado".

"Cuando nosotros vemos un muchacho le pega a su novia en la calle o escuchamos que el marido golpea su mujer en su casa, no permanezcamos indiferentes: llamemos al 911, acompañemos a la víctima a hacer la denuncia a la policía. La defensa a la vida implica esto también", aconsejó el padre Aguera.