Ezequiel Schaab es empleado en la estación de servicio ubicada sobre la Ruta 6, que tenía las cámaras de seguridad donde quedó registrada la joven la mañana del domingo 13 de enero, antes de que se conozca el trágico desenlace.  

El joven trabajador denunció por LT9 que luego de aportar las filmaciones a unos familiares de Agustina recibió un telegrama de suspensión por cinco días con posibilidad de despido.

"Fui a laburar el domingo como un día normal. A mitad de la tarde se acercaron dos chicos, llegaron desesperados. Me contaron que había desaparecido una familiar y que lo único que tenían era una llamada por teléfono con un chico, dijo que había salido del boliche y que se iba a dirigir hacia la estación", relató en diálogo con Noelia Yosen en Aires del Interior.

"Lo primero que hice fue acceder al pedido sin pensarlo. Intenté contactarme con mis compañeros del turno mañana y mientras comenzamos a ver las cámaras en el transcurso de la hora que me habían dicho. Terminamos de revisar las cámaras, la chica no había llegado y tampoco se veía el auto sospechoso", continuó.

Luego dijo que llegó la policía solicitando lo mismo: "Les mostré y les conté lo que habíamos visto. Así que se fueron, al igual que los familiares, con la información de que la chica no había entrado a la estación", indicó.

El lunes Ezequiel se desayunó con la noticia de que el hombre que conducía el auto sospechoso que buscaban los familiares se había suicidado durante la madrugada y con el hallazgo del cuerpo de la joven de 17 años a unos 600 metros del boliche.

"Me presenté a trabajar a las 2 de la tarde y sentí un clima raro por parte de los encargados de la estación. Nosotros a parte de trabajar hace muchos años que estamos juntos. Al rato me contaron que habían hecho un informe porque yo había obrado mal", contó el joven playero.

En ese informe se le señalaba que había violado la entrada a la oficina principal, incumpliendo de esa manera una disposición vigente.

"No entiendo por qué me hicieron esto. El martes a las 14 entré a trabajar como todos los días y cuando llegué estaba el apoderado de la empresa. El miércoles me trajeron el telegrama de suspensión por cinco días con posibilidad de despido", indicó consternado.

"Me pareció injusto porque no le causé ningún daño a la empresa. Intenté ayudar, más en este caso, fueron segundos que pueden servir o no y no hay que perderlos. Yo soy padre, me puse en el lugar de la familia", finalizó Ezequiel.