El martes pasado, Lumila Canale llamó a su hermana a Danisa para saludarla y saber cómo estaba. La conversación que mantuvieron fue como cualquier otra. Eran muy cercanas y su relación era excelente. De hecho, el día anterior habían estado juntas -como acostumbraban- y todo parecía muy normal. La comunicación finalizó y cada una siguió con su rutina. Sin embargo, media hora después todo estaba por cambiar.
El teléfono de Lumila sonó. Era una vecina de Danisa que le avisó que a su hermana le había pasado algo. Sin perder tiempo, la mujer fue hasta la casa, ubicada en la calle Liniers al 900 de la ciudad santafesina de Gálvez, y al llegar se encontró con una imagen que le causó pánico: una enorme cantidad de móviles policiales, peritos científicos tomando huellas y una cinta rodeando la propiedad.
Allí se enteró de lo peor. Le dijeron que su familiar había sido golpeada por Jorge Trossero, su cuñado, y que debía ser trasladada inmediatamente al hospital. Lo primero que pensó fue que "se trató de una trompada" o algo por el estilo. Pero no era así. El hombre la había golpeado al menos diez veces en la cara y el cráneo con una masa de albañilería. Prácticamente le destruyó la cabeza.
Después fue él mismo quien avisó al 911 con un corto mensaje que estremece: "Vengan porque maté a mi mujer", dijo. Los efectivos llegaron y trasladaron al hospital a su esposa, que todavía presentaba signos de vida. Sin embargo, no había mucho por hacer. Danisa (38), algunas horas después, murió. Trossero, por su parte, estaba en shock y desde entonces no dijo una sola palabra. La policía lo encontró sentado en una silla del comedor al lado de la mujer golpeada.
"Mientras iba a la casa de mi hermana pensaba que Jorge le pudo haber hecho. Recordaba lo que él tiene y que era posible que le pegara, aunque nunca en los siete años que estuvieron él fue violento con ella. Nunca le pegó o por lo menos nunca me enteré", dijo Lumila al diario Infobae.
La hermana a lo que se refiere es que Trossero es un paciente psiquiátrico que padece de una fuerte depresión desde hace mucho tiempo. Incluso, hace cuatro años intentó suicidarse pero fue la propia Danisa la que le salvó la vida. "Mi hermana lo internó en Rosario y desde entonces está medicado. Tenía que tomar lo que le daban porque caía en depresiones", reveló.
En la última comunicación, Lumila le consultó a su hermana por el estado de salud de su esposo. Ella le comentó que presentaba "los mismos altibajos de siempre", aunque nada para causar algún tipo de alarma. "Hace unos 15 días estuvieron con psiquiatra. Les dijo que no había riesgo de que Jorge ejerciera violencia a sí mismo. Por eso no sabemos que pasó y nunca lo voy a saber porque mi hermana no está más. Está muerta", lamentó.
Según la mujer, el día del femicidio Danisa había estado en el dentista y Trossero en la verdulería que tenían con su pareja. Para Lumila, además del indescriptible dolor que lo produjo el crimen, el episodio le genera una seria contradicción. "Son sentimientos encontrados por que él era buen tipo, no mataba una mosca. Yo lo quería mucho. No podemos entender qué fue lo que pasó, qué fue lo que lo llevó a eso. Ella fue al dentista un rato antes y media hora después pasó esto. ¿Qué pasó en ese tiempo?, no lo sé", señaló.
Jorge Nessier, el fiscal que investiga el caso, dijo Danisa, además de los golpes en la cabeza, presentaba lesiones en los brazos que indicarían algún intento defensivo. Reveló que hasta ahora no existen denuncias policiales o judiciales realizadas respecto de algún tipo de agresión previa y que según las pericias psiquiátricas, el femicida sabía lo que estaba haciendo al momento del hecho y tenía "clara la noción de tiempo y espacio".
Por lo pronto, Trossero fue imputado homicidio triplemente calificado por el vínculo, ensañamiento y por ser cometido por un hombre contra una mujer mediando un contexto de violencia de género.
Hasta el momento no declaró ante el juez de la Investigación Penal Preparatoria, José Luis García Troiano, mientras su abogado, el defensor público Javier Casco solicitó que una Junta Especial de Salud Mental evalúe al femicida.
"Lo único que tengo claro es que voy a hablar con él en algún momento y preguntarle por qué lo hizo. Que me diga. Porque también siento lástima, pero por el otro lado pienso que es el asesino de mi hermana y lo debería odiar por eso, pero no puedo. Todos me preguntan si él había sido un violento y yo les digo que jamás", sostuvo Lumila.
Fuente: El Once