El presidente de Brasil, Jair Bolsonaro, viaja este sábado a Minas Gerais luego de que ayer colapsara un dique y la avalancha provocada matara a al menos nueve personas y dejará a otras 300 desaparecidas.
Antes de trasladarse hasta el lugr de la tragedia, el jefe de Estado anunció la formación de un "gabinete de crisis" para atender la situación provocada por la rotura de una represa que pertenece a la minera Vale.
La estructura, la mayor productora y exportadora de hierro del mundo, se rompió el viernes por la tarde y un río de barro destruyó diversas casas de una comunidad de la localidad de Brumadinho.
Al menos nueve personas murieron y 300 están desaparecidas, con "mínimos chances" de ser rescatas con vida, tras la ruptura del dique minero, según el último balance oficial divulgado en la madrugada del sábado.
"Tenemos nueve fallecidos. Nuestros datos indican que hay cerca de 300 desaparecidos", informó el Cuerpo de Bomberos.
El gobernador del estado, Romeu Zema, afirmó el viernes por la noche que las chances de rescatar sobrevivientes "son mínimas" y que a partir de se momento "muy probablemente se rescaten solamente cuerpos".
Según los bomberos, entre 100 y 150 desaparecidos serían funcionarios que estaban en el área administrativa de la empresa, cerca del dique que se rompió, y el resto en otras zonas próximas.
Este último balance rebaja de 270 a 189 el número de personas rescatadas. Una veintena de heridos están siendo atendidos en hospitales de la zona.
En un sobrevuelo en helicóptero, se podía ver varias casas, tractores y un puente bajo el lodo, así como muchas viviendas completamente destruidas por las impresionantes riadas de color marrón que avanzaron sobre grandes superficies de vegetación.
Los bomberos intentaban retirar la tierra de los tractores para verificar si había personas en su interior. Por motivos de seguridad, varios accesos a la ciudad, de 39.000 habitantes, fueron cerrados.
Los familiares de los desaparecidos exigían información de la empresa y las autoridades. "No quieren hablar. Son nuestros hijos, marido, cuñado, pero nadie dice nada. Son 300 personas muertas y nadie dice nada", dijo entre gritos Olivia Rios a la AFP.
Fuente: AFP