El presidente interino de Venezuela designado por el Parlamento, Juan Guaidó, regresó ayer al país desde la vecina Colombia sin ser detenido por las autoridades, como habían amenazado hacerlo varios altos cargos del régimen chavista. Guaidó regresó luego de una extensa gira sudamericana, en la que fue recibido en su carácter de presidente interino por seis presidentes y el secretario general de la OEA. Ayer, a su llegada al aeropuerto de Caracas, fue recibido por embajadores y otros diplomáticos de al menos ocho naciones, que le hicieron de "escudo". Entre ellos se encontraba un representante de la Argentina. Guaidó llegó por tierra desde Colombia a un aeropuerto del interior, desde donde viajó en avión a Caracas con su esposa.
En la capital dio un discurso en una plaza céntrica ante una multitud. Manifestaciones similares se observaban en decenas de otras ciudades, pese a la censura que ejerce el chavismo en los medios de comunicación. Guaidó es reconocido como presidente legítimo por 54 naciones de todo el mundo. "Aquí estamos, dando la cara y lo vamos a seguir haciendo. Hoy, a pesar de las dificultades, vamos a celebrar esta pequeña victoria. Hoy pude entrar a Venezuela gracias a la movilización del pueblo", declaró Guaidó ante la multitud. Convocó para hoy a los sindicatos de empleados públicos. "No podemos permitir que la burocracia siga secuestrada. Empleados públicos, llegó el momento de decir 'ya basta' y dejar sin funcionamiento a ese régimen que los oprime", arengó. Guaidó aseguró que continuarán insistiendo para lograr el ingreso de la ayuda humanitaria que bloquea el régimen. Asimismo, "el sábado, toda Venezuela vuelve a las calles para movilizarse decidida y determinadamente por su libertad; no nos van a detener, estamos más fuertes que nunca", dijo Guaidó a la muchedumbre reunida en la plaza Alfredo Sadel, de Caracas.
Desde que Nicolás Maduro asumió un segundo período de seis años el 10 de enero, como resultado de unas elecciones realizadas en mayo de 2018 que fueron desconocidas por la gran mayoría de la comunidad internacional, surgió la figura hasta ese momento poco conocida de Guaidó, presidente de la Asamblea Nacional. Fue proclamado por este parlamento unicameral como presidente interino hasta tanto se logren realizar nuevas elecciones. La jugada tomó por sopresa al poder chavista y el hasta entonces desconocido líder se volvió el mayor desafío en muchos años a la hegemonía chavista, ya jaqueada por la enorme crisis económica y social que han desatado sus políticas.
El gobierno de Maduro ha ido perdiendo posiciones en la partida de ajedrez que le planteó Guaidó, al que al parecer desmereció. El propio itinerario de reingreso de Guaidó a su país es demostrativo de esta debilidad. El número dos del régimen, Diosdado Cabello, había dicho en un acto público que el opositor sería detenido. Guaidó "no entraría bajo ningún motivo a Venezuela por Maiquetia", advirtió Cabello, y aseguró que de ser así el gobernador del estado Vargas, donde se halla el aeropuerto, Jorge Luis García Carneiro "lo recibiría a coscorrones". Pero Guaidó ingresó con su esposa por Maiquetia, el aeropuerto internacional de Caracas, como un ciudadano más. También la temida ministra de Prisiones, Iris Varela, había amenazado en la redes sociales a Guaidó con enviarlo a prisión. Ayer se mantuvo en total silencio. "Bienvenido, presidente", contó Guaidó que le dijo el funcionario de migraciones que le selló y le entregó el pasaporte. El hecho de conservar el documento no es un dato menor, ya que la cancelación de los pasaportes es una práctica muy común del régimen chavista para restringir el movimiento de los opositores.
En Maiquetia lo esperaban una docena de representantes diplomáticos, entre ellos el encargado de negocios de la embajada argentina, Eduardo Porretti. Pudo ingresar pese a que las autoridades del aeropuerto habían bloqueado varios de los accesos con objetos de gran tamaño y habían prohibido el acceso de los periodistas.Guaidó había salido de Venezuela el 22 de febrero, para presenciar en la ciudad fronteriza colombiana Cúcuta un recital y liderar el ingreso de la ayuda humanitaria, algo que el régimen impidió. Luego de reunirse en Cúcuta con los presidentes de Colombia, Iván Duque, de Chile, Sebastián Piñera y el secretario general de la OEA, Luis Almagro, Guaidó inició una gira regional que lo llevó a Brasil, Paraguay, Argentina y Ecuador.
Hausmann, al BID
Juan Guaidó designó al conocido economista y profesor de Harvard Ricardo Hausmann representante ante el Banco Interamericano de Desarrollo (BID). En documento dirigido a Nicolas Dujovne, ministro de Hacienda de Argentina y presidente de la Asamblea de Gobernadores del BID, se notifica que Hausmann se desempeñará también en la Corporación Interamericana de Inversiones.
Fuente: La Capital