Los "chalecos amarillos" cumplen cuatro meses y este sábado vuelven a marchar en contra de las políticas del presidente francés Emmanuel Macron. Las calles de París y otras ciudades están repletas de manifestantes que protagonizaron incidentes con la Policía.
Según el sitio franceinfo, al menos 31 manifestantes fueron detenidos. Montaron barricadas en las calles, tiraron piedras, hubo destrozos, vehículos incendiados y la policía lanzó gases lacrimógenos y usó camiones hidrantes contra los "chalecos amarillos".
El movimiento, que comenzó como una protesta contra el aumento de las naftas y se convirtió en un reclamo más general sobre la caída del poder adquisitivo, en contra de las políticas de Macron y por más democracia directa, parece haberse desgastado.