"Estoy preparada para dejar este trabajo antes de lo que pensaba y para hacer lo correcto para este país y para nuestro partido", dijo la líder conservadora antes sus diputados. "Tenemos que conseguir que el acuerdo salga adelante y cumplir el Brexit".
La líder conservadora cede así a las presiones de los euroescépticos del Partido Conservador, que habían condicionado su apoyo al acuerdo del Brexit a su dimisión para dejar paso a un nuevo líder en la segunda fase la negociación.
El presidente de la Cámara de los Comunes, John Bercow, ha arrojado sin embargo incertidumbre sobre la posibilidad de un tercer voto del acuerdo, alegando que antes tendrá que superar "la prueba del cambio" y demostrar que es distinto al texto que fue votado la segunda vez.
La reunión de May con los parlamentarios 'tories' se produjo apenas dos horas antes de que el Parlamento se pronuncie sobre varias alternativas a su plan del Brexit, en una serie de votos "indicativos" con los que Westminster aspira a arrebatar el control del proceso político a Downing Street.
El Parlamento británico rechazó, una tras otra, hasta ocho opciones al Brexit en una serie de votos indicativos que sirvieron para constatar que no existe un apoyo mayoritario a ninguna alternativa al plan de May.
La que quedó más cerca fue la propuesta a favor de la permanencia en la unión aduanera (264 votos a favor y 272 en contra). Otra propuesta parecida, con el plan del Partido Laborista (unión aduanera más alineamiento en el mercado único) fue derrotada con 237 votos a favor y 307 en contra).
La Cámara de Comunes, se pronunció también abrumadoramente contra la opción del "no acuerdo" (160 votos frente a 401). El Gobierno de Theresa May sí logró, como era de esperar, el retraso provisional del Brexit del 29 de marzo al 12 abril.
Tras convocar a los 'tories' euroescépticos el pasado domingo en Chequers, May ha empezado aparentemente a cosechar sus frutos. El primero en adelantar que podría dar su apoyo al acuerdo en una tercera votación fue el ultraconservador Jacob Rees Mogg, al frente del influyente European Research Group (ERG).
El ex secretario de Exteriores y eterno candidato al liderazgo conservador Boris Johnson también dio señales de un posible viraje a última hora del martes: "El acuerdo es terrible y me he opuesto a él con todas mis fuerzas, pero existe un apreciable riesgo de cancelación del Brexit si no sale adelante".
Durante un acto convocado por el diario conservador y pro Brexit 'The Daily Telegraph', Johnson recalcó que lo realmente importante a estas alturas es un cambio de rumbo y un nuevo líder para llevar las riendas de la segunda parte de la negociación.
Durante la reunión en Chequers, los 'brexiteros' pusieron sobre la mesa la dimisión de May en las próximas semanas como condición para votar a favor de su acuerdo. May necesita en cualquier caso el apoyo de los 10 diputados unionistas irlandeses para darle la vuelta al marcador (Telam/ Reuters/Efe)