Hace siete años, en la planta dieron vacaciones a todos los empleados. Cuando regresaron estaba cerrada. Al momento de dejar de operar tenía 550 trabajadores activos, por lo que se cree que, de volver a abrir de forma completa, el frigorífico tiene la capacidad de emplear nuevamente esa cantidad de gente, según sostuvo el secretario general del Sindicato de Trabajadores de la Carne de Venado Tuerto, Cristian Crudelli.
En la reapertura ocupará a 127 operarios para la actividad denominada "corte a hueso", lo que posibilitará ir poniendo la planta en condiciones.
Luego, a mediados de junio, ingresarán otros 30 operarios hasta llegar a 157 trabajadores. En producción la meta es arribar a las 200 toneladas mensuales, ya con desposte, para fines de julio, según confirmó el intendente de Venado Tuerto José Freyre.
A partir de agosto comenzarán a pleno con la faena y para entonces se espera tener a 270 personas trabajando. En octubre, con la disposición final, la idea es tener en el frigorífico entre 400 y 450 trabajadores.
La planta es administrada actualmente por la empresa brasileña Minerva, que en junio de 2017 se la adquirió a su par JBS, también de Brasil. Desembolsó US$300 millones por nueve plantas en países de la región.
El grupo está buscando poner en funcionamiento unidades desactivadas. De hecho, la reactivación de esta planta tiene que ver con la mejora de las exportaciones -el año pasado se exportaron 555.503 toneladas, con una suba del 78%- y la reapertura del mercado de EE.UU.
Además del frigorífico de Venado Tuerto, la empresa de capitales brasileños Minerva tiene el control ahora sobre las plantas de Pontevedra, Berazategui, Jesús María y Villa Gobernador Gálvez (Gran Rosario). Opera 11 plantas en Brasil, seis en Paraguay, tres en Uruguay y una en Colombia. Realiza exportaciones a más de 100 países.
Fuente: La Nación