El Concejo municipal de Rosario avanza en la idea de eliminar el uso de vasos y cubiertos descartables en eventos masivos , patios de comida y shoppings. Los proyectos se debaten en la comisión de Ecología y tienen el claro objetivo de reducir la contaminación ambiental.
Según destacó el concejal del Frente Progresista, Lisandro Zeno, quien motoriza la eliminación de vasos plásticos descartables en todos los eventos organizados por la Municipalidad, incluido el Encuentro de Colectividades, estos recipientes "se usan de manera indiscriminada e innecesaria y constituyen el 80 por ciento del total de los residuos generados en esos eventos".
Para argumentar su propuesta, Zeno indicó en su iniciativa que "resulta menester que el Estado asuma una actitud pionera y ejemplificadora, liderando un cambio de paradigma para concientizar a la población" y dar un vuelco desde lo "descartable" a lo "sustentable".
"Se debe enfatizar el control y reducción de estos productos; en la educación ambiental, que persiga el rechazo de la ciudadanía al momento de recibir dichos productos; y en generar hábitos sustentables" argumentó Zeno.
Para fundamentar la prohibición del plástico al primer uso, el edil pedepista recordó que se podrá aplicar en eventos de asistencia masiva de público, como Feria de Colectividades, donde acude un millón de personas a cada certamen, Carnavales y Fiesta de la Cerveza.
También se citaron antecedentes en otros puntos del país como recitales de rock donde directamente se prohibieron los descartables. "En el Cosquín Rock 2019, la no utilización de vasos descartables de un solo uso evitó casi 13 toneladas de residuos y 940 contenedores grandes llenos de basura", recordó Zeno.
El proyecto prohíbe el uso de vasos plásticos en los eventos y actividades de asistencia masiva de público que la Municipalidad organice o patrocine. La ordenanza promueve que el público lleve su propio vaso plástico resistente reutilizable desde su casa, no metálicos ni de vidrio.
"Tenemos que tomar verdadera conciencia de lo que está pasando a nivel ambiental. Hay un estudio de científicos del Conicet en el Paraná donde se analizaron 30 sábalos y los 30 tenían microplásticos en el estómago. Estamos comiendo plástico", enfatizó Zeno y explicó que la iniciativa abre el abanico de una serie de alternativas para entregar recipientes que no sean de este material, como materiales hechos con polímeros de vegetales, con carozos de palta y vasos de cartón.
El autor de la ordenanza citó el caso de Cosquín Rock, en la que el público podía adquirir un vaso plástico de durabilidad y luego, si lo deseaba, devolver tras su uso y los organizadores le reintegraban el dinero. De lo contrario, podían conservarlo como recuerdo.
"Celebramos todas las iniciativas que apuntan a minimizar la cantidad de residuos que generamos y enviamos a disposición final. Este proyecto de ordenanza está alineado con el trabajo que realizamos desde el municipio con instituciones, empresas y con la ciudadanía en general, para desarrollar conciencia ambiental y modos de vida más sustentables", apuntó la titular de Ambiente y Espacio Público municipal, Marina Borgatello y agregó que "la minimización en el uso de descartables" es una de las estrategias de residuos propuestas para nuestro plan local de acción climática".
En relación a la opción de agregarle valor en la fabricación de vasos de cartón reciclables, Borgatello destacó que "hay que ver en detalle la forma de aplicación, pero es factible. Hoy estamos construyendo nuestra planta de clasificación de materiales reciclables, que tendrá una capacidad de procesamiento de 10 toneladas por hora. Es un primer paso muy importante", indicó. No obstante, aclaró que "el proceso de agregado de valor requiere una tecnología y equipamiento diferente".
Entre los proyectos “ecoamigables” figura una iniciativa de la concejala de Cambiemos Agustina Bouza que plantea eliminar el uso de los sorbetes en sintonía con la campaña mundial para reducir la utilización de plásticos descartables o de un único uso. “Ideamos la propuesta Chau sorbete para que se adhieran los comercios voluntariamente y que a cambio reciban una oblea que los distinga como amigables con el medio ambiente, sin que exista un incentivo económico”, explicó la autora de la iniciativa, que aún no fue aprobada.
Fuente: La Capital