La decisión de la Cámara Alta aún debe ser aprobada por la Cámara de Diputados.
Durante la campaña de cara a las presidenciales, Bolsonaro aseguró que modicaría la ley de posesión de armas para permitir que más brasileños pudieran defenderse en caso necesario.
"La seguridad en las zonas rurales es muy importante y es por eso que hemos ampliado el derecho a llevar armas en todas sus propiedades", ha manifestado el presidente.
Bolsonaro emitió el decreto a pesar de la tasa récord de homicidios de Brasil, casi la mitad por armas de fuego.
Para que el decreto quede sin efecto debe ser rechazado por ambas cámaras. Si alguna lo aprueba, se mantendrá en vigor.
Tras la firma del decreto para aliviar las restricciones a la importación de armas y aumentar la cantidad de municiones que una persona puede comprar, fiscales federales demandaron al Gobierno, argumentando que el decreto ponía en riesgo la seguridad de todos los brasileños.
El senador Randolfe Rodrigues, autor de la ley, ha indicado que tanto él como otros senadores han recibido amenazas de muerte a través de las redes sociales y por teléfono para que rechacen la iniciativa. (Reuters/EP)